A 43 años de su partida y en medio de una pandemia la voz del 'Ruiseñor' sigue viva
Este 1 de octubre de 2021 Julio Jaramillo (Guayaquil 1935-1978), nuestro eterno 'Ruiseñor de América', cumpliría 86 años y quizás seguiría cantando Fatalidad, Nuestro Juramento, Tu y yo, o algunas de las miles de canciones que grabó antes de partir. Pero, aunque fisicamente ya no nos acompañe, su legado sigue intacto y sus fanáticos, los llamados 'jaramillistas' no dejan que su voz se apague.
En la puerta 13 del Cementerio General de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, al pie de su tumba, se congregan decenas de jaramillistas para entonar su clásicos pasillos, boleros, valses, entre otros.
Juan José Jaramillo (sobrino de JJ) y Greicy Jaramillo (hija de JJ)
Y es que este día, además, se celebra en su honor el día del pasillo ecuatoriano, uno de los géneros musicales que caracterizan e identifican al Ecuador. Y, sin duda, en este campo, uno de sus mejores exponentes es 'JJ', quien trascendió fronteras con nuestra música.
El Ruiseñor fue uno de los cantantes más famosos del continente. Con su inconfundible voz, marcó la época dorada de la música ecuatoriana y proyectó el alma del Ecuador a toda la región. Su primera grabación fue en 1952 con el yaraví "Pobre mi madre querida" y el pasillo "Mi corazón".
Su primer éxito internacional lo logró con "Fatalidad", pero alcanzó la inmortalidad con la interpretación de "Nuestro Juramento".
El artista grabó innumerables discos en todos los géneros, participó en coproducciones fílmicas y su nombre está arraigado a la memoria nacional. Consta, además, en biografías locales y extranjeras.
El 9 de febrero de 1978 en la clínica Domínguez de Guayaquil se apagaba una vida, pero a la vez nacía el ícono más auténtico de la música ecuatoriana.
Luego de ser velado durante tres días en las instalaciones de Radio Cristal, el Palacio Municipal y el coliseo Voltaire Paladines Polo, el cantante Julio Jaramillo Laurido fue despedido en su entierro por unas 250 mil personas que se agolparon en el Cementerio General de Guayaquil, donde aún es recordado por sus fanáticos con guitarras y conciertos en cada aniversario de su muerte y natalicio.
En sus inicios ‘Míster Juramento’ alternaba su carrera de cantante con la de zapatero. Fue con el vals peruano Fatalidad que en 1955 despuntó, junto al requinto de Rosalino Quintero, en las radios del Ecuador. Su carrera estuvo marcada por una conflictiva vida amorosa: se casó cinco veces y tuvo una veintena de hijos.
El ‘Ruiseñor de América’ llevó su canto a Colombia, Perú, Argentina, Chile, Uruguay, México y Centroamérica. Inmortalizó canciones como Nuestro juramento, Cuando llora mi guitarra y Ódiame, que todavía vibran en los labios de artistas nacionales e internacionales.