7 asesinatos estilo sicariato tras gran decomiso de droga en Guayaquil
Tras la incautación de alrededor de diez toneladas de droga en un domicilio ubicado en Vergeles, al norte de la ciudad de Guayaquil, se dio una serie de asesinatos estilo sicariato en el sur de la urbe que dejaron siete fallecidos y tres heridos. Las autoridades sostienen que las dos actividades, llevadas a cabo desde pasado 13 de julio, estarían vinculadas.
Según la Policía, las muertes habrían sido el resultado de un ajuste de cuentas por las pérdidas económicas que representó la confiscación de la droga. En el mercado internacional, el volumen que se manejaba estaba valorado en USD 450’000.000.
De acuerdo a El Universo, las primeras muertes (dos hombres) se produjeron el viernes en el Guasmo sur y en la ciudadela Santa Mónica. El sábado se registraron otras dos (un hombre y una mujer) en las calles 16 y 4 de Noviembre, en el suburbio. Uno de los fallecidos fue identidicado como Leonardo S., se encontraba jugando naipes cuando los asesinos llegaron en dos motos y un automóvil, y le dispararon. El otro fue Kelvin F., quien recibió un tiro en el rostro a dos cuadras del primer asesinato.
El domingo se sumaron otras dos muertes (otro hombre y otra mujer) en la cooperativa Primero de Mayo del Guasmo norte. Sobre estos hechos se informó que los testigos vieron a hombres con chalecos antibalas bajarse de un Kia blanco y abrir fuego contra las víctimas. El hombre Manuel Peña, era familiar del exlíder de la banda Los Lagartos, alias Gorras. La mujer se llamaba Karla Laínez y acompañaba a Peña en el momento del ataque.
Ese mismo día, por la noche, se produjo la séptima muerte en las calles 44 y la A. Las tres personas heridas se registraron entre el sábado (2) y el domingo (1).
El coronel Henry Tapia, comandante de la Zona 8 (Guayaquil, Samborondón y Durán) indicó en un reporte de El Universo, que se cree que las bandas perjudicadas están buscando culpables, pero no a los dueños de los carteles, sino a las personas que actúan en campo y que se encargan de sacar el cargamento del puerto y esconderlo.
La policía admitió que tras una incautación casi siempre se dan asesinatos, pero temen que esta vez se produzcan en mayor cantidad, pues implica el mayor decomiso de droga en el país.