Crisis energética: ¿Es posible que este año termine sin apagones y que pasará el próximo?

Conozca cuál es el panorama actual del sistema energético del país.
Redacción Vistazo
Gobierno anunció que el 2023 terminará sin apagones, pero expertos son menos optimistas.

“Vamos a terminar el año con cero horas de apagones”, es la nueva promesa del Gobierno de Daniel Noboa tras varios meses de cortes continuos de energía eléctrica. Sin embargo, los expertos son menos optimistas y creen que la falta de servicio seguirá en el 2025. ¿Cuál es el panorama del sistema energético del país?

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A finales de octubre, el mandatario ecuatoriano anunció en cadena nacional que “ya no debería haber apagones en diciembre”, pero llegó el último mes del año y los cortes continuaron. Eso sí, los cronogramas se han reducido significativamente, al inicio de la nueva etapa de la crisis bordeaban las 14 horas, hoy entre cinco y tres horas.

La apuesta del régimen es terminar el 2024 sin apagones, para ello se han hecho varias gestiones como la compra de energía a Colombia, la contratación de barcazas, la potenciación de centrales térmicas y la reactivación de la hidroeléctrica Toachi Pilatón.

Sin embargo, Jorge Luis Hidalgo, experto energético, considera que será complicado que a finales de diciembre se eliminen completamente los apagones porque este mes aumenta el consumo debido a las festividades y el calor en la región Costa. De hecho, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inhami) ha advertido niveles muy altos de radiación ultravioleta en provincias como Guayas y Los Ríos.

“Estos días ha aumentado la demanda en la Costa por las altas temperaturas, mientras que Coca Codo y Mazar siguen en niveles de estiaje. Si bien las lluvias empiezan a recuperarse de manera paulatina, este mes seguirá siendo de estiaje”, menciona el analista a Vistazo.

Lo que sí cree posible es que se suspendan los cortes de electricidad en días clave de las fiestas como el 24, 25, 31 de diciembre y primero de enero. Para ello, recomienda que haya ahorro de embalses y sigan los racionamientos programados en las semanas previas.

Hidalgo describe al sistema hidroeléctrico del país como un paciente en terapia intensiva, el cual “no puede correr de la noche a la mañana”, sino que debe estabilizarse poco a poco para volver a la normalidad. En este sentido, el experto también cree que en enero seguirán los racionamientos, “quizás con menos horas, pero se mantendrán los cortes”, apunta e incluso podrían extenderse hasta abril del 2025.

La propia Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) había emitido en septiembre un informe en el que se hablaba sobre la posibilidad de falta de servicio hasta marzo o el primer cuatrimestre de 2025.

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Apagones afectan al comercio en Guayaquil y otras ciudades.

Según el Plan Maestro de Electricidad 2023-2032, el Sistema Nacional Interconectado (SNI) cuenta con unos 7.473 megavatios instalados en 139 centrales de generación, pero esta capacidad no opera al 100%.

Las hidroeléctricas son las que más aportan con una capacidad de más de 5.100 megavatios en 71 centrales, sin embargo, solo estaban aportando con 1.415 megavatios hasta el mes pasado. Esto principalmente por la intensa sequía, nunca antes vista en los últimos 60 años, según ha dicho el Gobierno.

Marco Acuña, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos, explica que el sistema Paute-Integral tiene una potencia de 1.757 megavatios divididos principalmente en las siguientes plantas: Mazar (170 mw), Paute-Molino (1.100 mw) y Sopladora (487 mw).

No obstante, aquel sistema ha registrado niveles extremadamente inferiores. Acuña explica que la estrategia del Gobierno ha sido apagar todo el complejo para llenar los embalses y prenderlo cuando se necesite suplir la energía que otras hidroeléctricas no pueden dar.

Que los embalses se llenen tampoco es fácil, depende netamente de las lluvias. “Necesitamos por lo menos 15 días seguidos de intensas lluvias para que alcance un nivel de recuperación adecuado”, apunta el experto.

La hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, en cambio, es fluctuante. Al ser una central de pasada, no se puede acumular el agua. Por lo tanto, cuando el caudal del río Coca es alto, hay un gran repunte en la producción eléctrica, pero si ocurre lo contrario se provoca un desplome total. En promedio provee entre 300 y 1.200 mw, de un potencial total estimado en 1.500 mw.

También hay otras centrales como Agoyán y Minas-San Francisco que aportan en menor medida a la electricidad del país.

Por otro lado, el Gobierno ha puesto en funcionamiento la hidroeléctrica Toachi Pilatón tras 16 años. La ministra de energía encargada, Inés Manzano, dijo en una reciente entrevista que esta central tendrá una capacidad de 204 mw, 68 en cada una de las tres turbinas. La primera estaría operando el 13 de diciembre y la segunda se espera para finales del mes o inicios del próximo año. Todo dependerá de las lluvias.

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Centrales hidroeléctricas aún no logran recuperar sus caudales normales.

Usualmente, cuando no hay lluvias y las hidroeléctricas bajan su capacidad, entran a funcionar las centrales térmicas, que generan electricidad a partir de combustibles. Ecuador tiene una capacidad instalada de 2.100 mw, pero solo contribuye 680 mw, el resto no funciona por falta de mantenimiento.

“Algunas centrales térmicas tienen turbinas dañadas por eso no proveen su capacidad completa. Por ejemplo, Termogas Machala posee 230 mw, pero solo produce unos 90 mw, también porque no tiene el gas necesario. Otra parte de esta central está embodegada, son 200 mw sin instalarse ya hace algunos años”, comenta Marco Acuña.

Por su parte, el Gobierno ha instaldado la nueva central térmica Salitral, ubicada en Guayaquil, la cual brindará 100 mw. Para ello, se contrató a la compañía Progen, que trasladó 23 generadores desde Estados Unidos. Sin embargo, aún faltan algunos equipos por lo que se espera que empiecen a producir energía a finales de diciembre.

Asimismo, se han hecho contrataciones para centrales térmicas en Quevedo y Esmeraldas. La primera dará unos 50 mw y la segunda 91 mw, pero los equipos aún no llegan al país.

Por otro lado, desde septiembre, empezó a operar la barcaza de la empresa turca Karpowership en el sur de Guayaquil. Esta tiene un potencial de 100 mw, pero tiene intermitencias y solo entrega en promedio 85 mw.

El Gobierno también invertirá en dos barcazas más, que darían 220 mw. La primera llegaría la próxima semana y el contrato fue adjudicado a la misma empresa turca antes mencionada, mientras que la segunda aún está en proceso de adjudicación.

Otra acción para paliar la crisis energética es la compra de energía a Colombia, lo cual ha permitido reducir las horas de los cortes de luz. En promedio se adquiere entre 420 y 430 mw, según informó la ministra Inés Manzano. El precio depende del día, pero son alrededor de 18 centavos por megavatio.

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Central termo gas de Machala y barcaza.

Marco Acuña, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos, menciona que lo contratado por el Gobierno apenas resolvería el 15% del déficit, estimado en 1.800 megavatios, aunque en horas pico puede superar los 2.000 mw.

El experto considera que los primeros meses del próximo año podrían seguir los cortes de luz, pero “todo dependerá de las lluvias”. Agrega que para resolver la crisis hay que recuperar los parques termoeléctricos, hacer campañas masivas de ahorro energético y evitar pérdidas de energía por parte de las empresas distribuidoras.

“Las pérdidas técnicas (imperfecciones en equipos) y no técnicas (contrabando, robo de energía, falta de control en las planillas) en algunos casos bordean el 30% de energía, esto significa más o menos 300 megavatios que podrían ocuparse”, apunta el analista.

De su lado, Jorge Luis Hidalgo, subraya que Ecuador “es un país enormemente bendecido” en recursos hídricos, eólicos, solares, biomasa, geotérmica, gas natural, entre otras fuentes. “La buena noticia es la abundancia de recursos, pero la mala es que no hemos logrado gestionar esos recursos que no ha dado la naturaleza”.

“Necesitamos un plan de desarrollo de seguridad energética nacional que no es nada más que aprovechar nuestros recursos energéticos por sobre los intereses de los importadores. El gran problema es que este país está secuestrado por los importadores de combustibles y electricidad”, apunta.

Por ejemplo, detalla que el año pasado el país importó siete mil millones de dólares y desde hace 12 años más de 68 mil millones de dólares en combustibles, mientras los recursos naturales del país siguen desaprovechándose.