¿Mala memoria? Algunos trucos para mejorarla
Si nos acostumbramos a utilizar reglas nemotécnicas a nuestra memoria le costará mucho menos agilizar el proceso de encontrar lo que está buscando.
Trucos como utilizar asociaciones y relacionar cosas y números -según han demostrado varios estudios- ponen en funcionamiento varias zonas del cerebro distintas del hipocampo, como la corteza perirrinal que tiene un papel clave en el reconocimiento visual.
Sin embargo, existen otros trucos para mejorar la memoria, tan sencillos que se sorprenderán.
Dormir bien. El insomnio o la dificultar para conciliar el sueño son obstáculos para conseguir una buena memoria.
Tomar una siesta. Si un sueño reparador cada noche ya es de por sí uno de los elementos a tener en cuenta para nuestra memoria, la siesta también aporta su granito de arena. Dormir unos 20 minutos de siesta cada día nos ayuda a recordar mejor lo que hayamos aprendido, ya que durante este reposo consolidamos lo aprendido sin darnos cuenta.
Chocolate. Diversos estudios concluyen que uno de los componentes del cacao (los flavonoles) están relacionados con un mejor desempeño cognitivo. El motivo es que estimulan la perfusión cerebral, favorecen la neurogénesis y promueven cambios en las áreas relacionadas con el aprendizaje y la memoria.
Hacer ejercicios leves. Realizar ejercicio de intensidad moderada ayuda a memorizar lo aprendido con anterioridad. Resultados favorables se obtuvieron de un experimento que consistió en ver imágenes placenteras luego pedalear en bicicleta estática. La liberación de norepinefrina -inducida por el ejercicio físico- provocó una mejora llamativa de la memoria respecto a los voluntarios que realizaron ejercicio en comparación con los que no lo hicieron.
Sonidos sincronizados. Una nueva investigación que recoge la revista Neuron descubrió que la reproducción durante el sueño de sonidos sincronizados con el ritmo de las oscilaciones cerebrales lentas aumenta la memoria. Esta técnica está en fase experimental.
Café. Los componentes del café no solo nos despiertan y nos hacen sentir más activos, sino que también refuerzan la memoria. Un estudio desarrollado por la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.) indica que tomar una taza de café justo después de haber afrontado un trabajo importante refuerza nuestra memoria.
Cerrar los ojos. Aunque parece un gesto simple, es completamente efectivo. Un estudio de la Universidad de Surrey (Reino Unido) concluyó que recordamos hasta con un 23% más de eficacia los detalles si tenemos los ojos cerrados a si lo tenemos con ojos abiertos.
Meditación. Una investigación de la Universidad de California en Santa Bárbara (EE.UU.) demostró que con dos semanas de entrenamiento en lo que se conoce como “mindfulness”, es posible mejorar notablemente la comprensión lectora, la capacidad de la memoria de trabajo y la concentración.
Juegos de Brain Training. Todo aquello que emprendamos con objeto de mejorar nuestra memoria va a dar sus frutos. Practicar 15 minutos al día de juegos de entrenamiento cerebral, mejora el rendimiento de la memoria de trabajo, las funciones ejecutivas y la velocidad de procesamiento, según un estudio publicado en la revista Plos One.
Abrir y cerrar las manos. Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Montclair (EE.UU.) reveló que apretar el puño derecho durante 90 segundos ayuda en el proceso de formación de la memoria. De otro lado, apretar el puño izquierdo, también facilita la recuperación de información almacenada en nuestra memoria.
Socializar la memoria. Un estudio de investigadores australianos y publicado en la revista Journal of Aging Research demostró que quienes tiene n un mayor contacto con familiares o amigos cercanos presentaron un mejor rendimiento en las pruebas de memoria tras un seguimiento de 15 años.