Tragedia en España: una mujer de 58 años muere reducida a 'piel y hueso' por el maltrato de su propia familia
Un caso de maltrato contra una mujer de 58 años, por parte de su hija y yerno, ha conmocionado en España. Su aspecto era el de una anciana prematura: "era piel y hueso".
La historia de Carmen Romero Fernández, quien murió tras ser ingresada en el hospital el pasado 28 de diciembre, parecía una escena de los horrores registrados en el campo de concentración nazi de Auschwitz.
El traslado en ambulancia desde su hogar en Jabugo reveló una imagen desgarradora: una mujer deshidratada, desnutrida y sufriendo una grave infección respiratoria, Carmen había caído en caquexia, una condición donde los músculos se desvanecen, dejando solo piel y huesos.
El cabo José Barroso, encargado de la investigación, describió que Carmen era incapaz de responder a estímulos, inmovilizada por su deterioro físico, hasta fallecer apenas cuatro días después de su llegada al hospital.
Pero el horror de su situación no comenzó en el hospital. Desde meses atrás, Carmen había sido prisionera en su propio hogar, secuestrada y encerrada con un candado, recoge un reportaje del medio ABC.
Su hija mayor, Sonia Coronado, había luchado desesperadamente por sacarla de esa "cárcel". Presentó demandas, alertó a las autoridades para que sacaran a su madre de la casa en la que vivía con su otra hija Tatiana Coronado y su yerno, pero sus esfuerzos fueron en vano. Nadie escuchó sus súplicas mientras su madre empeoraba.
"Cuando la vi en la camilla me hundí. Olía a orines, estaba sucia, transparente, era un esqueleto, no conocía, pesaba unos 30 kilos", describió Sonia.
Carmen, marcada por un ictus hace más de quince años, fue abandonada a su suerte por aquellos que deberían haberla protegido. Su propia familia, encabezada por su hija y su yerno, se convirtió en verdugos, privándola de atención médica adecuada y robándole su pensión: 714 euros.
Entre los testigos, esta la versión de una enfermera que vio a Carmen el día que la ambulancia la llevó al hospital. Ella ha contado que la habitación de la mujer tenía un candado, solo había una cama y estaba rodeada de restos de comida putrefacta, un barreño con orines y otro con heces.
Luego de un mes y medio de investigaciones, la Guardia Civil de Aracena detuvo el pasado 7 de febrero a Tatiana Coronado, de 26 años, la tercera hija de Carmen y a Carlos, su pareja, de 32, en Jabugo (Huelva), acusados de un homicidio doloso (comisión por omisión) y otro de detención ilegal. Los culpan del fallecimiento de Carmen "en estado de total abandono".