Supertifón Rai deja a su paso destrucción y más de 370 muertos en Filipinas
El supertifón Rai ha continuado su avance hasta la región central de Filipinas, donde ha ocasionado destrucción y la muerte de más de 350 personas tras su paso por las regiones de Visayas central y occidental, Caraga y Mindanao norte.
Ante la situación, el presidente Rodrigo Duterte ha declarado oficialmente el estado de calamidad en la nación, lo que permitiría que los gobiernos locales utilicen sus fondos de emergencia para paliar la crisis, que el ejército se una a las labores de rescate y que los precios de los productos básicos sean regulados con mayor facilidad.
El tifón, que tocó tierra el pasado jueves con ráfagas de viento de hasta 240 kilómetros por hora, cruzó de este a oeste por unas nueve islas donde ha causado importantes daños en viviendas e infraestructuras, además de dejar 375 muertos y centenares de heridos, según las cifras de la policía.
Según el Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC), hay más de 500.000 personas desplazadas y más de un millón de afectados por el tifón.
El NDRRMC señaló hoy que Rai provocó daños a más de 15.000 viviendas, al tiempo que dejó 239 localidades sin electricidad y causó deterioro en 67 carreteras afectadas y 9 puentes.
Además de afectar a cinco aeropuertos y 122 puertos marítimos.
Debido al lento proceso de confirmación de las víctimas, el consejo de desastres cifra los muertos en 177, así como 38 desaparecidos y 275 heridos, datos inferiores a los ofrecidos por la Policía Nacional.
El chabolismo y la mala calidad de las construcciones empeoran los embates de los tifones que cada vez son más violentos en Filipinas debido a la crisis climática.
El embate del tifón, conocido como Odette en el país y el decimoquinto en llegar a Filipinas este año, ha golpeado en un momento delicado debido al miedo por la nueva variante ómicron del coronavirus.