Snus: chupar nicotina como alternativa al cigarrillo
Aunque es prohibido en el resto de la Unión Europea (UE) desde 1992, el Snus, una bolsita para chupar que contiene nicotina, goza de una excepción en Suecia. La tasa de aceptación en el consumidor sueco juvenil es del 23% en tan sólo cuatro años.
En su batalla para convertirse en el primer país europeo sin fumadores, este le otorga un lugar especial a dicho producto que, según algunos expertos, es un "cuento de hadas" vendido por las tabacaleras.
A un ritmo desenfrenado, miles de dosis de Snus transitan por una red de máquinas de la fábrica Swedish Match en Gotemburgo, al oeste de Suecia. La empresa, importante para este sector al contar con una veintena de marcas, vendió 277 millones de cajas en Escandinavia -compuesta por Dinamarca, Noruega y Suecia- en 2021.
"El Snus tiene 200 años de historia y forma parte de la cultura sueca, como el vino en otras partes", asegura Patrik Hildingsson, responsable de comunicación.
FABRICACIÓN Y DETALLES DEL SNUS
El tabaco llega de los Estados Unidos y de la India para luego ser procesado a través de un silo y terminar envasado en bolsas como el Té, su presentación es en lata.
El Snus cuenta con dos tipos de productos: el clásico de color oscuro que contiene tabaco y el de color blanco que se compone de nicotina sintetizada y a menudo aromatizada.
ÉXITO ENTRE LOS JÓVENES
El consumo del Snus blanco goza de un éxito en los jóvenes, su fuerte es el público femenino de 16 a 29 años. Un 15% de suecos lo consume cotidianamente, en ligero aumento en los últimos años. Pero al mismo tiempo, el número de fumadores cayó significativamente.
Suecia es el único país de la UE donde está autorizada la comercialización del Snus clásico. Noruega y más recientemente Estados Unidos, constituyen la base del mercado del producto. En cambio, el Snus blanco cuya producción industrial comenzó hace unos quince años, se aprovecha de un vacío jurídico en la UE porque no contiene tabaco. Solo está prohibido en Europa, Bélgica y Países Bajos desde 2023.
Según las estadísticas de 2022 de la Autoridad de Salud Pública, no hay más que un 5% de fumadores regulares. El objetivo de la UE es alcanzar este objetivo en el 2050. "Es muy positivo", señala el ministro de Salud sueco, Jakob Forssmed.
"Hubo la ley en 2005 sobre la prohibición de fumar en restaurantes, después en 2019 en terrazas y ciertos espacios exteriores (...) Muchos suecos afirman también que pasar al Snus les ayudó a dejar de fumar", explica.
En una muestra de respaldo al sector, el estado sueco acaba de aumentar las tasas sobre los cigarrillos en un 9% y de bajar las del Snus tradicional un 20%.
Thorbjörn Thoors, exfumador que consume Snus desde su adolescencia, asegura que con las nuevas regulaciones para los cigarrilos se ha vuelto "casi imposible fumar".
DUDAS SOBRE EL CÁNCER
La decisión del gobierno de rebajar los impuestos sobre el Snus sorprendió a Ulrika Årehed Kågström, secretaria general de la fundación sueca contra el cáncer. "Esto demuestra que el gobierno cree completamente en el cuento de hadas de la industria del tabaco que presenta el Snus como un producto que reduce riesgos", argumenta.
Ulrika Årehed Kågström insiste en que el producto contiene nicotina, lo que produce un cambio en la presión sanguínea y puede incidir en la aparición de enfermedades cardiovasculares. Teme que se cometan errores "cuando se esperó demasiado para tener estudios sobre los peligros del cigarrillo", indicó .
Publicada en junio de 2023, una investigación realizada por el Instituto Noruego de Salud Pública indica que entre los consumidores regulares de Snus, los riesgos de cáncer de esófago y de páncreas son respectivamente tres y dos veces más elevados que entre los individuos que no consumen nicotina.
En 2017, un estudio aparecido en la revista International Journal of Cancer que analizaba los datos de 400.000 consumidores de Snus concluía de su parte en la ausencia de vínculos entre el cáncer y esta sustancia.