Presos en El Salvador deben pagar hasta $170 por comida, ropa y productos de higiene
Una nueva medida en las prisiones de El Salvador mantiene en el ojo del huracán al Gobierno de Nayib Bukele. Desde finales del año pasado, estaría cobrando a los reos por comida, ropa y productos de higiene personal. Sin embargo, no se sabe con certeza para qué sirve el dinero recaudado.
Una investigación de Infobae constató que los familiares de los internos están obligados a comprar paquetes alimenticios y de insumos básicos dentro de las cárceles.
No hay otra opción porque está prohibido que los parientes lleven productos de afuera y si no acatan la orden, los reos no comen o no tienen acceso a objetos necesarios para su supervivencia.
Tampoco se sabe qué es lo que contiene cada paquete, pues en los muros de las cárceles aparecen pegadas unas hojas con información general. Los familiares solo conocen que pagan $35 por alimentación, $15 por productos de higiene, $30 por vestimenta, $20 por limpieza del área y $70 por misceláneos. Cada reo debe comprar uno de esos paquetes o todos por un monto de $170.
Según el informe de Infobae, la medida se aplica en la cárcel de máxima seguridad en Zacatecoluca y en otras dos prisiones en Apanteos e Izalco. La idea sería extender la orden para todas las prisiones del país.
El medio de comunicación agrega que eso no es todo, pues también existe un sistema de ‘tiendas institucionales’ dentro de las cárceles, a las cuales los parientes depositan entre $15 y $150 al mes para que el preso tenga derecho a un número de identificación, que a su vez le sirve para comprar en tiendas ubicadas dentro de la prisión.
“Todo lo compran a sobreprecio. Una Coca Cola que afuera vale $2.50, ahí las venden a $10″, comentó la familiar de un reo al portal de noticias argentino.
Infobae intentó contactar a las autoridades carcelarias, pero no hubo respuesta. De hecho, es casi imposible saber cuál es el destino del dinero recaudado, puesto que el Gobierno de Bukele declaró como reservada toda la información referente a los centros penitenciarios.
A esto hay que agregar que el control de las prisiones está bajo el mando de Osiris Luna Meza, quien es señalado por el Gobierno de Estados Unidos de integrar una “red de corrupción vinculada al crimen transnacional”.
Aquel sujeto y su madre habrían desarrollado un sistema para desviar millones de dólares de las tiendas de las prisiones y crearon plazas fantasmas, en el sistema penitenciario, en el que presuntos empleados recibían pagos mensuales. Sin embargo, ese dinero retornaba a Luna y su madre, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en un comunicado publicado en el 2021.