Michael Clendenen, el joven que pasó de limpiar inodoros a generar miles de dólares al mes redactando anuncios
A los 22 años, Michael Clendenen consideraba que su vida era un desastre. Casi todos los días se levantaba temprano para tomar el primer turno de un local de hamburguesas In-N-Out, limpiando los baños y el parqueadero, para después partir, si es que se daba la oportunidad, a realizar conciertos de punk rock.
Vivía en un cuarto junto a otras cinco personas en Arizona, ciudad de Estados Unidos, para ahorrar dinero. No tenía conexión a internet ni mucho menos una computadora o televisión. Sus carencias lo frustraban, pero al mismo tiempo lo motivaban para buscar de forma activa una manera de comenzar a generar grandes cifras de dinero.
En 2017 su vida llegó a un punto de inflexión. Un amigo de repente lo contactó, consciente de que Michael redactaba bien, y le pidió que escriba un anuncio para vender su Ford Mustang. El trato fue que él le daría el 10% del valor del auto si conseguía el cliente.
Fue así como surgió el primer éxito del joven en el mundo de la redacción de anuncios. El auto se vendió enseguida y una nueva pasión despertó dentro de Michael, quien, con los escasos recursos que tenía, decidió estudiar de lleno dicha ocupación para mejorar y buscar a más personas que quieran contratarlo.
"Leí cada publicación que había en el blog de The Gary Halbert Letter. Cuando terminé con eso me senté en el suelo en la libreria Barnes and Noble y leí todos los libros de marketing que había en el local, ya que no me alcanzaba el dinero para comprarlos", contó en el portal especializado Business Insider.
Una anécdota de Halbert en la que revelaba que una vez redactó un anuncio que cobró por 15 mil dólares a un cliente, mientras se encontraba en ropa interior en su cocina, fue lo que convenció a Michael de que aquello era a lo que se quería dedicar de por vida.
Ya que no tenía internet, pero si pluma y papel, comenzó escribiendo cartas a potenciales clientes en las que les proponía colaborar juntos. Lo hacía en la biblioteca, asistido por un trabajador de buen corazón que lo observaba trabajando en su emprendimiento cada día.
Cuando encontraba a alguien interesado, establecía un método de pago por medio de comisiones y redactaba un cuerpo de texto en el que, según el perfil del cliente al que tenía como objetivo, convencía a las personas de adquirir el servicio o el producto.
"Le dije a quiroprácticos de mi área que me sentía apasionado por su trabajo y que estaba inmerso emocionalmente con ellos. Les di la oportunidad de explorar trabajar juntos y de inmediato percibimos beneficios", comentó en el medio referido.
Poco a poco construyó un modelo de negocio que le permitió dejar su trabajo en la hamburguesería y el cuarto aglomerado en el que vivía. Su toque característico era enviar cartas físicas por correo en las que convencía a la gente con la que quería trabajar de que lo contraten para promocionar las ventas de uno de sus productos o sevicios.
Ahora, casi seis años después, Michael es un copywriter consolidado. "Trabajo alrededor de 35 horas a la semana y mis ingresos han aumentado ya que he conseguido más clientes. Mi colaboración se traduce en ganancias entre 40 mil y 100 mil dólares al mes para las empresas o personas que trabajan conmigo", indicó.
"Ahora tengo mi propia casa llena con muebles que compré. Tengo un negocio exitoso que me permite no pasar todo el día enfocado en las redes sociales, con tan solo 27 años", concluyó.