"Mi cerebro explotó cuando estornude": El caso de Sam Messina y la dramática experiencia que lo colocó al borde de la muerte
Sam Messina estuvo al borde de la muerte a los veinte años, en septiembre del 2016. En tan solo unos segundos, el estadounidense pasó de estar acostado en su cama rememorando lo que había hecho aquel día en la universidad a enfrentar una condición médica extrema.
Un estornudo fue el catalizador del desastre, y, si se lo observa desde otra óptica, una alerta salvadora. Tan pronto tuvo esta reacción, que percibió como normal inicialmente, en su cerebro se produjo un aneurisma, el cual batió su conciencia.
"Un aneurisma cerebral es una protuberancia en un vaso sanguíneo del cerebro. En ocasiones, este tiene el aspecto de una cereza que cuelga de un tallo. Un aneurisma cerebral puede presentar una pérdida o ruptura, y causar sangrado en el cerebro", indica el portal médico Mayo Clinic.
Tras percatarse de que algo realmente malo estaba sucediendo, el joven tomó su teléfono y pidió a su familia que lo auxilien, antes de quedar tendido e inconsciente en el suelo del dormitorio que tenía en el campus.
Hospitalizado de emergencia y sometido a una serie de tres cirugías para superar el aneurisma cerebral, con su vida en vilo, Sam consiguió recuperarse y superar todo pronóstico. El estornudo reveló un problema que se escondía dentro de sí y podía suceder en cualquier momento.
Ahora, siete años después, lleva una vida dedicada a lo que consideró como su pasión desde pequeño, las cámaras y la edición multimedia, viéndose totalmente saludable, activo y, ahora, fuera de peligro.