Maestra ocultó a bebés en el baño de una guardería para protegerlos de un hombre con un hacha; cuatro menores fallecieron en la masacre ocurrida en Brasil

Redacción Vistazo
El agresor, del que se desconoce su identidad, saltó el muro de la escuela y comenzó a atacar a los niños de forma aleatoria con un hacha pequeña, según la versión oficial.

Brasil vivió este miércoles una nueva tragedia escolar, la segunda en diez días, con el asesinato de cuatro niños a manos de un hombre de 25 años con un arma blanca en una guardería de la ciudad de Blumenau, en el sur del país.

El asaltante, que se entregó a las autoridades tras el ataque, hirió además a al menos otros tres menores, según informó la Policía y el Cuerpo de Bomberos.

Las víctimas mortales son tres niños y una niña de hasta siete años de edad, según medios locales. El suceso ocurrió sobre las 09.00 hora local (12.00 GMT) en la guardería y colegio infantil Cantinho Bom Pastor, un centro privado, en el que había 40 niños en su interior.

El agresor, del que se desconoce su identidad, saltó el muro de la escuela y comenzó a atacar a los niños de forma aleatoria con un hacha pequeña, según la versión oficial.

Al parecer cuando vio la reacción de las profesoras, huyó saltando de nuevo el muro por el que había entrado y se fue hasta un cuartel de la Policía Militar para entregarse. Desde entonces, se ha mantenido en silencio.

Simone Aparecida, una de las profesoras de la guardería, relató a una televisión local que fue alertada por una colega y que encerró a un grupo de bebés a su cargo en el baño para evitar ser vistos por el asaltante, quien, según ella, se dirigió al patio de juegos, donde unos menores realizaban una ronda de conversación.

Las autoridades brasileñas han abierto una investigación para esclarecer los motivos del ataque. Por otro lado, el gobernador del estado de Santa Catarina, Jorginho Mello, decretó luto oficial de tres días en la región.

La presidenta del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), la diputada Gleisi Hoffmann, instó al Gobierno de Brasil a crear de forma "urgente" un plan para "contener el odio y la violencia en la escuelas".

La Alcaldía de Blumenau, un tranquilo municipio de cerca de 400.000 habitantes, conocido por ser un lugar donde se asentaron inmigrantes alemanes, suspendió las clases de la red pública durante este miércoles y jueves, y recomendó lo propio a los centros privados.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue uno de los primeros en pronunciarse sobre esta nueva tragedia que calificó de "monstruosidad".

"No hay dolor mayor que el de una familia que pierde a sus hijos o nietos, aún más en un acto de violencia contra niños inocentes e indefensos", escribió el mandatario en sus redes sociales, por donde también transmitió sus "sentimientos y oraciones" a las víctimas.

Según Lula, "para cualquier ser humano que tenga un sentimiento cristiano, una tragedia como esta es inaceptable" y un "acto absurdo de odio y cobardía".

LA HISTORIA SE REPITE

En los últimos meses, se han registrado varios ataques a escuelas en Brasil, con armas blancas o de fuego. El ataque de Blumenau se produce diez días después de otro que tuvo lugar en un colegio de Sao Paulo, donde un adolescente de 13 años mató a cuchilladas a una profesora e hirió a otras cuatro personas.

Asimismo, el pasado 25 de noviembre un adolescente de 16 años mató a tiros a cuatro personas en dos ataques sucesivos a dos escuelas cercanas en Aracruz, en el estado de Espíritu Santo (sureste).

Dos meses antes, un hombre armado con un revólver y dos cuchillos invadió una escuela cívico-militar y mató a una estudiante con discapacidad, en el estado de Bahía (noreste).

Ya el 13 de marzo de 2019 dos antiguos alumnos entraron en una escuela de la ciudad de Suzano, a unos 60 kilómetros de Sao Paulo, asesinaron a cinco estudiantes y a dos trabajadoras, y dejaron una decena de heridos, antes de que ambos se quitaran la vida.