Joe DiMeo: el primer hombre en sobrevivir una cirugía simultánea de trasplante de cara y manos encontró el amor de nuevo
Joe DiMeo, un joven estadounidense de 24 años, se convirtió en la primera persona en sobrevivir una cirugía simultánea de trasplante de rostro y manos, en agosto del 2020.
El histórico proceso quirúrgico se vio precedido por veinte intervenciones reconstructivas y fue realizado por médicos del centro médico Langone de la Universidad de Nueva York.
Tres años después, Joe, cuya vida dio un giro de 180 grados en el 2018 tras un accidente de tránsito que le causó quemaduras de tercer grado en el 80% de cuerpo, encontró el amor de vuelta. Ahora vive con Jessica Koby, su nueva pareja, una mujer californiana de 32 años.
La trágica historia del joven de Nueva Jersey conmovió a la mujer, quien es enfermera de profesión. Decidida a conocerlo, le escribió en Instagram y, día tras día, la relación que ambos construyeron floreció en un vibrante romance.
"Amo que sea tan gentil, amable y valeroso", contó Jessica al medio Southwest News Service, acotando que considera que es "muy maduro para su edad" y revelando que la chispa de su amistad surgió por el amor que ambos tenían por la raza de perros Boston Terrier.
"Cuando quedé quemado no me lancé a buscar amor, pero estaba seguro de que lo hallaría porque sigo siendo el mismo por dentro (...) Nada ha cambiado en mí aparte de mi piel", confesó DiMeo a The New York Post, en una reciente entrevista.
Entusiasmado, contó este año que ya ha vuelto a manejar y que hasta ha llevado a su novia de paseo por la ciudad en su Subaru Crosstek.
El rostro que ahora Joe lleva consigo perteneció a un hombre de Delaware, de 48 años, que sufrió un infarto dos días antes de su accidente. La intervención en la que recibió el trasplante duró 23 horas seguidas y contó con la participación de 140 doctores.
La noche del accidente, el joven se quedó dormido al volante tras completar un turno nocturno en un laboratorio de análisis de alimentos, en Hillside, Nueva Jersey. Su carro explotó a llamas tras chocarse en la vía.
Por dos años previos a la operación de trasplante, Joe vivió con el rostro desfigurado y sin gran parte de sus manos, una situación que el calificó como "insostenible".
Ahora, siendo capaz de apretar la mano de su amada, inició lo que considera como una nueva vida, a la par que escribe un libro sobre su experiencia.