Impactante caso: Mujer que acudió al hospital por sufrir diarrea salió con casi todos sus dedos amputados
Tras acudir a un hospital debido a un cuadro severo de diarrea que la afectó por varios días, una mujer de 30 años de la provincia de Chon Buri, en Tailandia, descubrió que el peligro al que se estaba enfrentando era mucho mayor de lo que creía.
Fue hospitalizada el 12 de abril de este año, después de que el galeno que la revisó inicialmente en la sala de urgencias detectó que su presión arterial era muy baja. El esposo de la mujer, identificado como Chai, contó a medios locales que, según los médicos, su mujer sufría de insuficiencia renal y necesitaba diálisis.
Para seguir adelante con el proceso, el hombre firmó un consentimiento para que su esposa, quien había sido trasladada al área de emergencias, sea sometida a una ecografía dúplex con la que los médicos revisarían cómo fluye su sangre a través de las arterias carótidas, ubicadas en cada lado del cuello.
Tras la intervención, Chai se sorprendió en demasía cuando se enteró de que el procedimiento médico realizado a su esposa fue una apendicectomía, que nunca fue mencionada en los formularios que llenó y era ampliamente diferente al que se suponía que iba a ser llevado a cabo.
La permanencia en el hospital de la pareja, del 12 al 20 de abril, se dio durante la celebración de un festival local, llamado 'Songkran'. El esposo señaló que debido a ello la mayoria del personal del cuerpo médico no estaba presente, en especial los doctores que debían revisar a la mujer durante su convalecencia de la operación.
Durante esos nueve días, Chai contó que su mujer se veía cada vez más abstraída de la realidad y que sus manos y pies se estaban tornando oscuros. El 24 de abril, un doctor volvió a visitar a la pareja y advirtió que la mujer estaba sufriendo una sepsis, una infección sanguínea grave que reduce drásticamente los niveles de oxígeno.
Frente a la indudable descompensación de salud que mostraba la paciente, fue internada de vuelta a la sala de cirugías para que algunos de sus dedos y una de sus manos sea amputadas con el fin de detener la sepsis.
Chai y su esposa, cuyo nombre no ha sido revelado, volvieron a casa el 26 de abril. No obstante, ambos consideran que hubo negligencia por parte del centro médico debido a que no detectaron que la infección se había desarrollado hasta que la amputación se convirtió en la única opción. Además, señalan que aún no saben cómo es que un cuadro de diarrea puede evolucionar hasta una sepsis.
Por otro lado, autoridades del hospital dijeron a medios locales que sabían de la gravedad de la situación y tenían planeado discutir con la mujer para darle a conocer sus preocupaciones.