Europol identifica las 821 redes más peligrosas: una de ellas dirigida por un italiano y un albanés en Ecuador
En un informe publicado este viernes por la agencia Europol, se ha identificado la presencia de 821 redes de delincuencia organizada "muy amenazantes" en la Unión Europea. Una de ellas revela las operaciones entre un italiano y un albanés en Ecuador.
Es un "paso" para entender cómo funcionan esas redes y cuáles son sus capacidades básicas, indicó Europol, al detallar las características que hacen que estas organizaciones sean especialmente peligrosas.
¿Cómo funcionan esas redes?
Entre los datos revelados se destaca que, en España se han identificado redes integradas por ciudadanos de países del Este, así como belgo-neerlandesas, bálticas, rumanas, y polacas, entre otras.
El informe señala que cada una de estas redes criminales varían en cuanto a su composición, estructura, actividad criminal, control territorial, y duración en el tiempo, entre otras dimensiones. Sin embargo, todas comparten ciertas características que las hacen particularmente amenazantes, como su infiltración en el sistema legal, lo que las hace omnipresentes y destructivas.
Más del 80 % de estas redes delictivas hacen un uso indebido de estructuras empresariales legales para llevar a cabo sus actividades criminales, afectando sectores como la construcción, la hostelería, y la logística. Estas organizaciones también se caracterizan por su agilidad para infiltrarse extensamente y por su capacidad para perdurar en el tiempo.
En cuanto a sus actividades, la mitad de estas organizaciones están involucradas en el tráfico de drogas como su principal negocio, aunque también se dedican al fraude, delitos relacionados con la propiedad, el tráfico de migrantes y personas.
El blanqueo del dinero se realiza sobre todo a través del sector inmobiliario (así ocurre en el 41 % de los casos).
Otras técnicas comunes de lavado de dinero incluyen inversiones en bienes de alto valor como oro y artículos de lujo (27 %), el uso de negocios con uso intensivo de efectivo, por ejemplo en el sector hotelero (20 %) y el uso de criptomonedas (10%).
Estas redes "no tienen fronteras", su alcance es internacional así como los miembros que las integran.
Como ejemplo, el informe cita el caso de un empresario italiano de origen argentino afincado en Marbella que utiliza sus empresas para ocultar actividades tanto de tráfico de drogas como de blanqueo de capitales.
Entre las que dirige figura una que importa plátanos de Ecuador a la UE y posee además centros deportivos en Marbella, centros comerciales en Granada y múltiples bares y restaurantes.
Se detectó que, un cómplice suyo albanés que estaba asentado en Ecuador, identificado como Dritan Gjika (quien se encuentra en calidad de prófugo), se encarga de la importación de cocaína y su posterior distribución a la UE.
Según Europol, las empresas frutícolas ecuatorianas son utilizadas como fachada para estas actividades criminales.
De acuerdo al reporte, la organización estaba perfectamente estructurada, siendo el albanés el encargado de introducir la droga desde Colombia a Ecuador, teniendo, según los investigadores, un contrato con sus suministradores colombianos para recibir 4.000 kilos de cocaína al mes, y preparando posteriormente los contenedores para su envío a diversos países.
Para ello contaba con personas tanto en las empresas exportadoras, como en el propio puerto de Guayaquil para asegurar la salida de los contenedores.
Organización de las redes
Hay otros elementos para entender mejor el funcionamiento de estas redes. La mayoría están organizadas de manera jerárquica, y aunque un liderazgo fuerte es importante, no está necesariamente vinculado a individuos específicos y en algunos casos es reemplazable (por herencia, delegación o reorganización) y continúa incluso después de la condena.
En cuanto a las nacionalidades de los miembros, el informe apunta a la "gran variedad" existente y subraya que, además del objetivo criminal común, "las redes criminales se forman y persisten debido a una fuerte cohesión social", algo que también sirve para atraer a los jóvenes.
A la hora de combatirlas, indica Europol, se deben examinar "no sólo las principales actividades delictivas, sino también las actividades de apoyo y subsidiarias que permitan y apoyen a las redes y les permitan durar largos períodos", así como la necesidad de "cooperación internacional e interregional".