En India, un loro que observó un asesinato dio la pista que llevó a la captura del culpable
En India, la bruma de misterio que envolvió al asesinato de Neelum Sharma, esposa de Vijay Sharma, jefe de un diario de la ciudad de Agra, fue disipada gracias a una pista revelada por una fuente inusual.
Después de casi una década en la que se desarrolló una investigación para esclarecer lo sucedido en la casa de los Sharma, el 20 de febrero del 2014, la noche en que Neelum fue hallada sin vida, un implicado referido por un loro fue condenado a cadena perpetua.
Horas antes del asesinato, Vijay había salido de la casa junto a sus hijos para asistir a una fiesta. Cuando el hombre regresó, pasada la medianoche, se quedó petrificado al observar el cuerpo apuñalado de su esposa junto al de su perro en el suelo de la vivienda, la cual había sido robada.
Horas después, agentes policiales buscaban pistas por toda la escena. Mientras uno de los gendarmes nombraba en voz alta los nombres de la lista de sospechosos que habían armado, el loro que la familia tenía como mascota "enloqueció" con uno en particular.
"¡Ashu!, !Ashu!", repitió el ave, refiriéndose al sobrino de Vijay, lo cual causó extrañeza y hasta gracia en el oficial, pero impactó profundamente al esposo de la fallecida, quien inmediatamente supuso que el loro observó lo que ocurrió.
Nivedita Sharma, hija de la pareja, contó a la prensa a lo largo de la investigación que Ashu era un familiar que se quedó en casa muchas veces. Además, ella sabía que su primo tenía conocimiento de que en la vivienda había joyas sumamente valiosas.
Si bien el "testimonio" del ave no fue considerado dentro de las pruebas para inculpar a Ashu por el crimen, si fue lo que en primera instancia le dio la pista a la familia de Neelum para centrar todas sus sospechas en quien en realidad cometió el asesinato.
A finales de marzo de este año, el juez Mohammad Rashid sentenció a Ashu y su amigo, Ronnie Massey, quien lo ayudó en el crimen, a cadena perpetua. También les impuso una multa que ascendió hasta 72 mil rupias (casi mil dólares), tras la propia confesión del sobrino de la fallecida y evidencias halladas durante el proceso.