El misterio que envuelve a una base de satélites rusos en Nicaragua

En el 2017 se inauguró una estación satélital terrestre rusa en Nicaragua, la cual ha estado envuelta en controversia con el pasar de los años en torno al motivo de su construcción, la cual se dio bajo el mandato del presidente Daniel Ortega.
Redacción Vistazo
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En el 2017 se inauguró una estación satélital terrestre rusa en Nicaragua, la cual ha estado envuelta en controversia con el pasar de los años en torno al motivo de su construcción, la cual se dio bajo el mandato del presidente Daniel Ortega.

La instalación ubicada en Managua está presuntamente enlazada con la tecnología GLONASS (Sistema Global de Navegación por Satélite, por sus siglas en ruso), lo que podría considerarse como un homólogo del sistema GPS.

El GLONASS, creado en 1982, le otorga la capacidad a Rusia de determinar la velocidad y posición exacta de los receptores de sus señales.

Como parte del acuerdo, Nicaragua también le cedió a Rusia determinado espacio aéreo para que sus satélites puedan navegar, tal como lo explicó en en abril de 2016, Orlando Castillo, director en aquella época del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos.

Las autoridades nicaragüenses citaban diversos beneficios que la instalación de la base satélital terrestre rusa le otorgaría al país, como una mayor capacidad de prevenir desastres naturales, facilidades en el estudio del suelo que favorecería al sector agropecuario y mayor vigilancia ante el narcotráfico que azotaba al país.

Mientras tanto, la base satélital construida por militares rusos y compuesta de un gran edificio y altas murallas que contenían dentro de sí gigantes antenas se materializaba en una ubicación muy cercana a la embajada de Estados Unidos en Managua.

"No hay información sobre el costo de las instalaciones o sobre la especialización del personal. El hecho de que se haya puesto a corta distancia de la Embajada de Estados Unidos ha dado pie a conjeturas sobre su uso para escuchas y espionaje", se podía leer en un artículo publicado por la Universidad de Navarra, cuyo autor era el analista de asuntos internacionales Jakub Hodek.

Mientras que un grupo expertos de seguridad consideraban la presencia rusa en Nicaragua como una respuesta a la expansión estadounidense que se estaba dando en Europa, otros cuestionaban el beneficio que Nicaragua obtenía de su construcción.

"Es falso que el sistema Glonass ayuda a combatir el narcotráfico. No se conoce una sola operación en la que hayan participado los rusos o que la estación satélital sirvió para tal cosa", asevera el mayor retirado del ejército de Nicaragua, Roberto Samcam al medio Infobae. “Está obviamente dirigida al espionaje y la vigilancia”.

Hodek también resalta en su artículo que la información accesible referente a la construcción de la base satélital terrestre rusa en Managua es mucha menor en comparación con las construidas por Rusia en Brasil, lo que da pie a más teorías que aluden a la vigilancia que ejercen sobre la embajada estadounidense.

Pese a las declaraciones en contra de la bases terrestres satélital rusa en Nicaragua, Rusia planea extender su cadena de instalaciones a lo largo de América Latina, según recoge el medio Sputnik, lo que en un periodo en el que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia están especialmente tensas, genera una especulación sin precedentes.