El caso de Anna Bellisario, la joven alérgica a lácteos que murió tras comer un tiramisú que se suponía era "vegano"
Anna Bellisario, una joven italiana de veinte años, preguntó varias veces a los empleados de un restaurante si el tiramisú que estaba a punto de comer, promocionado como un producto vegano, en realidad estaba preparado sin lácteos.
El motivo por el que la estudiante se inclinó por verificar esto en múltiples ocasiones se debe a que padecía de una alergia a las proteínas de la leche y el huevo. Al ser tranquilizada por quienes la atendieron, en el que fue el último día de su vida, se sentó junto a su novio, y sin tapujos, comenzó a comer el tradicional postre.
En cuestión de minutos, Anna empezó a sentirse mareada. Después de tener un ataque de tos, con dificultades para respirar, decidió forzarse a vomitar en el baño del establecimiento. No obstante, el malestar no solo continuó, sino que aumentó, según el recuento de los hechos compartido por The New York Post.
Probablemente poseída de miedo, tomó sus medicaciones para asma y de cortisona, que llevaba consigo siempre en caso de que una situación así llegase a ocurrir, y las tomó, antes de colapsar frente a su pareja al sufrir de un choque anafiláctico y perder la consciencia.
En tan solo horas, la vida de Anna, quien estudiaba moda en Milán, al norte de Italia, cambió completamente. Fue traslada de urgencia al hospital San Rafael, ubicado en dicha ciudad de región de Lombardía, en el que permaneció en coma durante diez días antes de morir.
El fallecimiento ocurrió el 5 de febrero del pasado año, pero recientemente inició una investigación por homicidio involuntario sobre la compañía de producción que surtió a Flower Burger, el restaurante en el que la joven consumió el postre.
Flower Burger se pronunció en el marco del litigio legal ante The New York Post: "La noticia de la muerte de Anna Bellisario el año pasado nos entristeció y conmocionó profundamente, especialmente teniendo en cuenta que era una de nuestras apreciadas clientas".
Los administradores del restaurante aseguraron que el tiramisú fue envasado y producido por una empresa llamada Glg Srl, sobre la cual planean iniciar acciones legales “por los daños personales y a la reputación" infligidos al establecimiento.
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“El 15 de enero de 2024, autoridades judiciales concluyeron su investigación y revelaron que a pesar de la ausencia de trazas de caseína (un lácteo) en la etiqueta del producto, las investigaciones revelaron la presencia de trazas lácteas y también identificaron la propia caseína como ingrediente", detallaron.
"De hecho se encontró mascarpone (un tipo de queso), que resultó fatal para la joven”, dijeron en su comunicado. “Las investigaciones también confirmaron nuestra total inocencia en lo sucedido”.
Los fiscales Tiziana Siciliano y Luca Gaglio han asegurado que una separación de los ingredientes en la fábrica y una "formación correcta" del personal (en lugar de un simple curso de cuatro horas) habrían evitado la muerte de Anna, pues se presume que un fallo en la cadena de producción, por el cual se introdujeron lácteos en el tiramisú que debía ser vegano, fue la causa de la tragedia.