EEUU ejecuta a hombre que intentó comprobar inocencia hasta el final
2019/11/1412:57H.
Ray Jefferson Cromartie fue ejecutado este miércoles por un asesinato cometido en 1994, después de que la justicia del estado de Georgia, Estados Unidos, negara la apelación para realizar nuevas pruebas de ADN y rechazara el testimonio de una testigo que asegura que otro hombre confesó el asesinato.
A Cromartie, afroamericano de 52 años, fue condenado a la pena capital por asesinar a un dependiente de un supermercado hace 25 años durante un atraco fallido.
La muerte del reo se declaró a las 10.59 hora local (03.59 del jueves GMT) tras recibir una dosis letal del sedante pentobarbital en la prisión de Jackson, según notificó el Departamento Correccional de Georgia.
El 10 de abril de 1994, Cromartie y sus cómplices Corey Clark y Thaddeus Lucas condujeron hasta un pequeño supermercado en Thomasville, cerca de la frontera entre Georgia y Florida, para supuestamente robar cerveza.
Mientras Lucas esperaba con el vehículo listo para escapar, los otros dos hombres asesinaron al dependiente Richard Slysz en su intento de atracar el negocio, aunque no lograron abrir la caja registradora y finalmente huyeron con dos cajas de doce cervezas.
Tres días antes, Cromartie había dejado mal herido de un disparo en la cara a otro dependiente en otro atraco fallido.
Aunque nunca quedó probado quién de los dos mató a Slysz, durante el juicio tanto Clark como Lucas declararon que había sido Cromartie, quien por su parte mantuvo su inocencia hasta el último instante de su vida.
Mientras Cromartie fue condenado a muerte por el asesinato, sus cómplices recibieron penas menores y salieron en libertad a principios de los años 2000, aunque Clark está actualmente en la cárcel por otros delitos.
Antes de morir, entre las solicitudes de Cromartie se encontraba una nueva prueba de ADN, evidencia que según sus abogados, podría demostrar que no era el tirador. Solicitaron además pruebas en la ropa que utilizaron ese día, informó el Atlanta Journal-Constitution.
El abogado de Cromartie, Shawn Nolan, dijo a un periódico local que era triste y escandaloso que Georgia ejecutara a su cliente "después de negar repetidamente sus solicitudes de pruebas de ADN".
"En esta época, donde las pruebas de ADN son rutinarias, es sorprendente que Georgia haya decidido terminar con la vida de este hombre sin permitirnos a nosotros, sus abogados, acceder a los materiales para hacer estas pruebas simples", dice la declaración de Nolan.
El hermano de Cromartie, Anthony, dijo a CNN que su familia continuará presionando para que se realicen pruebas de ADN, con la esperanza de demostrar la inocencia de Cromartie. La entrevista tuvo lugar el miércoles por la noche, después de enterarse de que la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a detener la ejecución.
La de Cromartie fue la tercera ejecución ocurrida este año en Georgia y la número 20 en todo el país.
Desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena capital en 1976, han sido ejecutadas 1.510 personas en Estados Unidos, 75 de ellas en Georgia.