Eclipse solar total oscurece el día eterno del verano austral en la Antártida
El día eterno del verano austral en la Antártida profunda se interrumpió la madrugada de este sábado, 4 de diciembre, por algo más de 40 segundos de oscuridad provocada por un eclipse solar total. Este fue el único lugar en el mundo donde se observó la totalidad del fenómeno astronómico.
"Se vio excelente", indicó a la AFP el académico de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) Raúl Cordero, sobre el acontecimiento que pudo ser apreciado también a través de la transmisión en directo de la NASA.
El fenómeno natural empezó a las siete de la mañana, cuando la Luna ocultó la esfera del Sol y a las 07:46 la estrella estuvo tapada por completo por más de 40 segundos, mostrando la corona solar, un destello redondo alrededor de la oscuridad generada por la superposición de la Luna entre la Tierra y en Sol.
La base antártica Glaciar Unión fue el único lugar en el planeta donde apenas unos pocos científicos, expertos y turistas -pagando casi 40.000 dólares a una empresa de turismo extremo- pudieron ver en directo el eclipse total de Sol.
El eclipse terminó a las 08H06 GMT, una hora y seis minutos después de su comienzo.
ESTUDIOS CIENTÍFICOS
La climatología acompañó la observación con un cielo despejado y los científicos pudieron realizar estudios naturales y medioambientales bajo las condiciones de cambio radical que ocurren en un eclipse total.
Cordero explicó que los expertos buscaban medir cómo la oscuridad absoluta a lo largo de la franja de totalidad genera o no cambios en las proporciones de ozono, ya que este compuesto químico es un importante parámetro en esta zona, donde el agujero en la capa de ozono es más notable que en cualquier otra parte del planeta.
La oscuridad o el descenso repentino en las temperaturas son elementos de esta "perturbación" provocada por la sombra de la Luna proyectada en la superficie terrestre que solo se pueden medir durante los eclipses.
Los científicos del Instituto Antártico de Chile (INACH) se encargaron de "estudiar la evolución de las líneas de la corona a lo largo de las diferentes etapas del ciclo solar", con la idea de "mejorar la comprensión del clima y tiempo en este inhóspito lugar del mundo", indicaron a través de un comunicado.
El último eclipse que se pudo ver desde la Antártida ocurrió el 23 de noviembre de 2003 y ya no se podrá ver otro hasta 2039.