Después de haber ejecutado a supuesto asesino, hallan otro ADN en arma homicida
En 2017, un ciudadano estadounidense llamado Ledell Lee fue ejecutado tras haber sido culpable del asesinato de una joven en 1993. Cuatro años después, la organización internacional Proyecto Inocencia, que ofrece ayuda legal a las personas que consideran, han condenado injustamente, asegura haber encontrado material genético de otra persona en el área homicida.
EL CASO
En 1993 Debra Reese fue encontrada muerta en la habitación de su dormitorio, con signos de haber recibido 36 golpes contundentes. Poco después la policía arrestó a Lee, ya que un vecino de la joven aseguró haberlo visto entrar y salir por la ventana de la casa. Además, una huella de zapato y sangre en las zapatillas de Lee reforzaron su culpabilidad.
La defensa de Lee defensa señaló las pruebas como defectuosas y denunció irregularidades en el proceso. Asimismo, el abogado a cargo de la apelación reconoció tener problemas de abuso de sustancias y falta de recursos para una defensa adecuada. Pese a todo ello, en 1995, Ledell Lee fue condenado a la cárcel del condado de Pulaski, en Arkansas, por el delito de homicidio.
Pasó detenido 22 años, en los cuales siempre juró ser inocente, hasta que el 21 de abril de 2017 recibió la inyección letal. De acuerdo con una de sus abogadas, Nina Morrison, a Lee nunca se realizó una prueba de ADN, lo que quizá podría haber resultado con él revelándose como inocente.
"Nadie debe ser ejecutado cuando queda la posibilidad de que sea inocente", lamentó poco después de su muerte.
DESCUBRIMIENTOS
De acuerdo a un informe del Washington Post, un ADN desconocido fue recuperado en el mango del bate de madera ensangrentado con el Debra fue golpeada antes de fallecer. Asimismo, alrededor del arma se había encontrado envuelta una camisa blanca ensangrentada, en la que también se descubrió otro ADN.
Desde el año pasado la organización planteó una solicitud para analizar la nueva evidencia y el medio estadounidense confirmó que ya se estudiaron las pruebas. Este es uno de los pocos casos en los que se ha recurrido al análisis de ADN para demostrar la inocencia de una persona que ya ha sido ejecutada.
Por el momento no se han encontrado coincidencias del perfil genético descubierto con la base de datos nacional de ADN, pero las muestras ya forman parte de la recopilación. Representantes de Proyecto Inocencia han reconocido que los resultados son “incompletos y parciales”, pero confían en que podrán abrir la puerta a futuros hallazgos. Mientras tanto, la familia mantiene la esperanza de que en el futuro se pueda descubrir más información, según la hermana del acusado.
Por otro lado, el gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, defendió la decisión de ejecutar a Lee ya que el jurado lo declaró culpable, "basándose en la información que tenían" y que era su deber "hacer cumplir la ley". Además, indicó que cree que la nueva evidencia “no es concluyente”.
Lee se convirtió en el primer condenado ejecutado en Arkansas desde 2005, lo que causó una gran ola de controversia en Estados Unidos ya que el estado apenas estaba reiniciando su programa de ejecuciones.
En los siguiente ocho días a la muerte del hombre, el estado administró la inyección mortal a tres personas más, lo que acrecentó las sospechas de irregularidades en los procesos penales.