Capturan a un jefe de las disidencias de las FARC: "coordinador financiero internacional" de mafias ecuatorianas
Las autoridades colombianas capturaron en el departamento del Putumayo (sur) a Carlos Enrique Rosero Molina, un jefe de las disidencias de las FARC, sindicado de ser el "coordinador financiero internacional" con las mafias ecuatorianas y brasileñas, informaron este viernes fuentes castrenses.
Un comunicado de la Armada detalla que Rosero fue detenido en Puerto Asís, la segunda ciudad más importante del Putumayo, en una operación en la que hubo un trabajo mancomunado con el Ejército y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía.
La información explica que alias "Aldair" o "Caliche" fue detenido en su vivienda por el delito de concierto para delinquir agravado.
Supuestamente Rosero es el jefe de un grupo de disidencias de las FARC llamado "Comandos de Fronteras" que delinque en el departamento del Putumayo en asocio con otras bandas locales que controlan la cadena del narcotráfico.
De acuerdo con la Armada, alias "Aldair" tenía a cargo la "compra de insumos químicos y pasta base de coca en el medio Putumayo, así como de mantener contactos en Ecuador, para realizar el paso de los estupefacientes entre el departamento del Putumayo y provincias del país vecino".
Para movilizar los alijos de cocaína utilizaba los ríos Putumayo y Napo en Perú.
Rosero ingresó al Frente 48 de las FARC en 2004 y allí tenía como tarea hacer inteligencia delictiva en los sectores de Teteyé, Puerto Colón y el río San Miguel en el departamento del Putumayo.
Además, se le sindica de la emboscada perpetrada en 2011 contra dos embarcaciones de la Fuerza Naval del Sur, que navegaban por el río Putumayo, en la que murieron cinco infantes de marina.
La Armada dijo, además, que Rosero fue el autor material del asesinato de un soldado del Ejército de Ecuador en Puerto El Carmen de Putumayo (Ecuador), situación por la que fue capturado y enviado a la cárcel en Lago Agrio, en mayo del 2012, pero pagó una fianza y evitó "pagar una condena por 10 años".
Tras estar en la cárcel en Ecuador, regresó a Colombia e ingresó nuevamente al Frente 48 de las FARC y participó del proceso de paz de 2016, en el que se desmovilizó y recibió dinero para proyectos productivos por parte del Gobierno en junio del año 2017, los cuales utilizó mal y retornó a delinquir con los "Comandos de Frontera".