Cameron Díaz se confiesa: ¿por qué decidió abandonar la actuación y desaparecer de las cámaras?

“No tengo lo que se necesita para hacer una película. Toda mi energía está aquí, en mi familia”, afirmó la actriz.
Redacción Vistazo
“No tengo lo que se necesita para hacer una película. Toda mi energía está aquí, en mi familia”, afirmó la actriz.

Cameron Díaz, la actriz que conquistó las pantallas de cine desde principios de los años 90, a pesar de todo el éxito que cosechó, hoy vive con su familia, alejada de las cámaras y de la vida pública.

San Diego, California (en Estados Unidos) fue el lugar que vio nacer a esta estrella de Hollywood, el 30 de agosto de 1972. Su inicio en el mundo del entretenimiento se dio cuando tenía 15 años y comenzó a trabajar como modelo. Sin embargo, sus padres la dejaron trabajar solo bajo la condición de no dejar sus estudios secundarios y así lo hizo.

Al terminar la escuela secundaria, Cameron pudo dedicarse completamente al modelaje y logró su primer gran proyecto. Viajó a Japón para desfilar con reconocidas marcas de la moda. Después de dos años, al volver a su país natal, su nombre ya era reconocido en el medio.

En aquella época ella aparecía en portadas de revista y varias pasarelas. Hasta que llegó al punto de cansarse de ello y dejar el mundo de la moda.

A sus 20 años empezó a participar en temas de actuación y le agradó tanto que decidió seguir esa profesión. Dispuesta a lograr sus objetivos, su primera aparición en cámara se dio con el cortometraje erótico She’s No Angel de 1992.

El salto al estrellato lo consiguió con su participación en la película La Máscara, donde su papel era el interés romántico del protagonista (Jim Carrey). A pesar de que su personaje secundario no tuvo mucho diálogo, su participación dejo a la vista su potencial para la gran pantalla.

De ahí en adelante participó en grandes éxitos como: Luna sin miel (1996), La boda de mi mejor amigo (1997), Los ángeles de Charlie (2000) y la saga de Shrek. En su historial hay más de 40 largometrajes, todos en años consecutivos desde su primer proyecto. En todas esas ocasiones sus ganas de seguir su pasión habían sido mayores al agotamiento, pero un día decidió dejar todo atrás.

En 2014 llevó a cabo sus tres últimos proyectos Annie, Sex tape y The Other Woman. Luego de esto no ha vuelto a participar en trabajos audiovisuales.

“No estaba manejando mi vida. Un día entendí que mi rutina diaria debía ser todo aquello que podía manejar y hacer por mí misma, sin delegar a otras personas para poder resolverlas. Cuando haces algo a un nivel realmente alto durante un periodo largo, que te lleva todo el tiempo, te pierdes de entregarle a otras personas”, explicó la actriz de 49 años en el programa Hart to Heart.

Además comentó que tomó esa decisión al inicio de sus cuatro décadas al notar que no había realizado cosas que consideraba relevantes. “Había muchas partes de mi vida que no estaba tocando y que no estaba manejando bien, como necesitaba. Es divertido actuar y me encanta. Si se presenta la oportunidad volveré, pero con otras condiciones. Hoy mi vida está enfocada en otro lado”, afirmó.

En 2015, dispuesta a dejar de lado el mundo del entretenimiento, luego de siete años de noviazgo, se casó con el músico Benjamín Madden. Cameron decidió formar una familia con él y buscó convertirse en mamá, asegura que quiso dedicar todo su tiempo para su nuevo hogar.

Su hija Raddix nació el 30 de diciembre de 2019. Cameron declaró que no existen muchas fotos de la menor, puesto que no desea "trasladarle" la fama, sino que llegado el momento, ella pueda escogerla si así lo desea. “La gente sabe quién soy yo, pero yo quiero que ella tenga autonomía. Por estas cuestiones no van a ver muchas fotos de ella, sobre todo de su rostro” expresó.

“Ahora estoy aquí y esto es lo más satisfactorio que he hecho en mi vida. Tener una familia y estar casada y tener nuestro pequeño núcleo de familia. Es simplemente lo mejor”, compartió la actriz. “No tengo lo que se necesita para hacer una película. Toda mi energía está aquí, en mi familia”, resaltó.

En 2020, asociada con una amiga, Cameron lanzó una línea de vinos. Su especialidad son los vinos blancos y rosados, además son producidos únicamente con uvas orgánicas. El producto no contiene químicos, azúcar agregada y su fabricación es amigable con el medio ambiente.