Bobi, un perro portugués de 30 años, fue reconocido por los Récord Guiness como el más viejo de la historia
La cuenta oficial de Instagram de los Récord Guiness informó el pasado viernes 3 de febrero que Bobi, un perro de la raza Rafeiro Do Alentejo que tiene 30 años y 267 días de vida, ha sido reconocido como el más longevo de toda la historia.
Desde que era un cachorro, Bobi ha vivido junto a la familia Costa en la villa rural de Conqueiros, ubicada en Portugal. Pese a que ya supera las tres décadas de edad, aún mueve su cola y camina por la casa en compañía de los cuatro gatos con los que pasa el rato.
La máxima autoridad en materia del registro de récords a nivel mundial oficializó la condecoración a Bobi después de que recibieron evidencia de su nacimiento en mayo de 1992.
Previo a su "coronación", el título del perro vivo más longevo del mundo le pertenecía a Spike, un chihuahua de Ohio que tiene 23 años de edad.
Por otro lado, el reconocimiento al perro más viejo de la historia lo había ostentado Bluey, un pastor alemán que vivió por 29 años y 5 meses en Australia.
"Dos semanas después de anunciar a Spike como el perro vivo más longevo, los Récord Guiness han recibido evidencia de un perro aún más viejo. Mucho, en realidad. De hecho, Bobi, nacido en mayo de 1992, no es solamente el perro vivo más longevo, sino que es considerado el más viejo de toda la historia", señaló la organización.
La edad de Bobi ha sido corroborada por el Sindicato de Veterinarios de Portugal ya que su nacimiento está registrado en la SIAC, una base de datos de mascotas autorizada por el gobierno de dicho país.
“Bobi ha sido un guerrero durante todos estos años, solo él sabe cómo ha estado aguantando, no debe ser fácil porque el promedio de vida de un perro no es tan alto y si hablara solo podría explicar este éxito”, explicó a los Récord Guiness su dueño Leonel Costa, de 38 años, quien lo ha cuidado desde que lo rescató cuando era un niño.
“Estamos muy contentos y agradecidos con la vida por permitirnos, después de treinta años, tener a Bobi en nuestro día a día”, concluyó el hombre, quien piensa que la vida tranquila en el campo es lo que le ha brindado una gran salud al perro.
Si bien ya no es tan aventurero como antes, Bobi sigue dando pequeñas caminatas todos los días y se suele recostar en el patio trasero de la casa, en la sombra, para tomar sus siestas ocasionales.