Gaby Díaz: “No me imaginé que iba a enfrentar el mismo dolor”

Sebastian Melieres
Gaby Díaz: “No me imaginé que iba a enfrentar el mismo dolor”

El 25 de octubre del 2019 fue un día importante para Gaby Díaz. Ese viernes se despedía de sus compañeros de Teleamazonas después de 14 años y 10 meses como conductora del segmento En Corto para unirse al equipo de En Contacto de Ecuavisa. En esta enta entrevista Gaby nos conversa sobre sus nuevos retos, su familia y uno de los episodios más difíciles de su vida: cuando perdió a sus dos hijas. 
 
Su salida de Teleamazonas estuvo llena de emociones: el entusiasmo característico que llega con cada nuevo reto y la tristeza de dejar atrás un lugar querido. Allí, tuvo la oportunidad de participar en diversos proyectos televisivos que dieron forma a su carrera. Además de En Corto, fue la imagen de otros programas como Pequeños Gigantes, Protagonistas, el concurso Bailamos y La Plena.
 
Al hablar con Gaby no me queda la más mínima duda de que le viene bien asumir nuevos retos. Ya sentía el impulso de salir de su zona de confort, de hacer algo más grande y de mayor impacto. Su esposo, Carlos Luis Andrade, fue su consejero. Él le decía que debía pensar racionalmente los próximos pasos de su carrera, que dejar Teleamazonas podía ser difícil, pero que era hora de iniciar un nuevo ciclo. Y ese nuevo ciclo está en Ecuavisa. 
 
Su título es una tecnología superior en Comunicación, pero si se le pregunta por su profesión, responde que es presentadora. “No soy periodista pero ser presentadora de televisión requiere de  mucha responsabilidad. Todos los días la gente me dice que hago parte de sus familias, es algo que no puedes tomar a la ligera”, acota Gaby que recuerda que en sus inicios en Cable Deportes era muy gritona y “no conectaba la lengua con el cerebro” (…) “Tenía 20 años y me quería comer el mundo, tuve que aprender a medirme mucho”.
 
Desde muy pequeña ya soñaba con trabajar en televisión. En aquella época, Gaby jugaba a ser productora y conductora de concursos que organizaba en sus reuniones familiares. Ella afirma que lo que la puso en la mira de Ecuavisa fue todo lo que ella ha proyectado como mujer, como madre y como esposa. Para reemplazar a Gabriela Pazmiño sonaron también los nombres de Marián Sabaté y Doménica Saporiti pero Gaby Díaz fue la elegida después de su audición en vivo donde demostró un carisma y unas ocurrencias que hicieron la diferencia.
 
Entre sus prioridades está mantener un hogar equilibrado con una base firme. Y ese equilibrio empieza con su relación de pareja, que en su caso es una relación de apoyo mutuo. Las carreras de ambos han crecido con el apoyo constante del otro. Se comparten todo, las alegrías, las frustraciones y los logros. “Tenemos 12 años de casados y vivimos, sufrimos y celebramos todo juntos. Él me ayudó a ser más consciente y pensante y yo lo ayudé a bajar algunas libras (se ríe). Hoy en día los dos hemos encontrado en el ejercicio un verdadero psicólogo de vida”.
 
Su concepto del hogar se extiende hasta el resto de su familia. Gaby asegura que heredó de sus padres el carisma que la caracteriza. Su mamá es una ama de casa feliz que disfruta del cariño y las travesuras de sus nietos; su papá es un abogado, un hombre formal de temple inquebrantable. Ellos han sido su ejemplo de familia sólida, de quienes Gaby aprendió lo que quería en su propio hogar. También tiene una hermana mayor, abogada como el papá, y su cuñado es quien pone su chispa en el ambiente familiar. “Aunque no lo creas soy la más apagada de la casa, soy llorona y muy sentimental. Me basta con darle un abrazo a mi papi y me salen las lágrimas”.
 
Asegura que disfruta con normalidad de la fama porque ha sabido mantener una buena relación con el público. Ella se maneja bien con las críticas ya que tiene el control de sus emociones y de su vulnerabilidad. “La mejor manera de desarmar las intenciones de las críticas negativas es respondiendo en el sentido contrario a la ofensa, con amor y empatía se tratan las frustraciones del medio”, dice Gaby.
 
Gabriela disfruta de los placeres sencillos, tomarse una copa de vino, irse a la playa, a la peluquería, de compras, arreglar su casa. Se considera amiguera, tienes diferentes grupos de amigos que ha conocido en diferentes facetas de su vida. Se siente bendecida por disfrutar de buena salud, de amistades genuinas, por su estabilidad familiar y laboral. Si hay algo que siempre pide es salud, porque considera que con ello lo tiene todo. 
 
La carrera de Gaby se ha desarrollado acorde a las etapas de su vida: pasa de la jovialidad de presentadora de un show de farándula a la madurez de una mujer de familia en un programa como En Contacto, cuyo concepto central es el de revista familiar. Ella espera que su nuevo show sea una plataforma para mostrar su faceta más humana, la de mujer fuerte, luchadora y sensible.
 
Como todos, Gaby ha vivido momentos duros. Hace cinco años perdió a su bebé de días debido a una malformación en su corazón. Tras ese terrible dolor, Gaby volvió a quedar embarazada, pero a los seis meses de gestación, perdió el embarazo. Esos han sido sus días más duros. Todos los días sobrevive el dolor de perder a sus hijas. Esos momentos le formaron el carácter. Gaby se considera luchadora y guerrera, pero en esos momentos necesitó mucho apoyo y ella lo encontró en su fe, fue Dios quien le dio la fuerza para manejar el dolor. “Como hay momentos de dolor y de llanto, hay momentos también de reflexión. Yo no le temo al dolor, siento que me hace más humana. Cuando salí embarazada de Cayetana, mi tercer embarazo, no me imaginé que iba a enfrentar el mismo dolor. Quizás no estaba preparada para ser madre nuevamente”, reflexiona.
 
El 30 de octubre Gaby ingresó oficialmente a la pantalla de Ecuavisa. Con mucha emoción manifiesta que en su carrera profesional ha tenido la suerte de estar donde ha querido: en los dos canales que considera los más estables del país y que han sido fundamentales en su formación. 
 
A Ecuavisa llega con la intención de incorporar su propio estilo y ansía vivir esta experiencia al máximo y dar todo de sí. “Estoy muy emocionada de subirme al Roll Royce de la comunicación”, afirma. La nueva integrante del cerro del Carmen sabe que más que nunca va a estar en la mira de todos y que no faltarán las críticas y las comparaciones con las presentadoras anteriores. “Lo bueno es que no me parezco a nadie y decreto que soy feliz y que eso se notará en pantalla”, afirma la joven mamá de 36 años.