Cómo es la vida de Tannya Varela, la primera mujer comandante general de la Policía
Tannya nació en Ibarra donde forjó una personalidad de niña fuerte y disciplinada, gracias a los estudios y el deporte, logrando la excelencia en básquet y atletismo. Cuando se graduó de la secundaria, su padre le recomendó que estudiara Economía, pero la adolescente ya había tomado otra decisión al ver un aviso donde aparecía la coronel Teresa Carranza, quien fue la primera mujer en vestir el uniforme.
“Esto es lo mío”, le dijo a su padre, Stalin. “Un 7 de octubre de 1984, mis papás y mis hermanos me dejaron en la puerta de la Escuela de Oficiales de Policía de Quito diciéndome: tú lo vas a lograr.
La palabra vocación proviene del latín “vocatio”, que significa llamado, a esa edad sentí la vocación por el servicio al país, fue la fuerza motora para tener la tenacidad de convertirme en policía, e iniciar una vida profesional en una de las carreras más difíciles, llena de riesgos y desafíos, pero ciertamente una de las más gratificantes”, resalta. Estuvo tres años en la Escuela de Oficiales con instructores hombres. “Estudiábamos mucho y nos levantábamos a las 04h00 a trotar y hacer abdominales”. El 1 de julio de 1987 se graduó como subteniente. Recuerda que su padre la abrazó y su madre lloró. Lo había logrado.
Madre coraje
Ella sabe que su vida es de servicio y más que todo de sacrificio. Son ya 37 años entre Migración, Tránsito y Seguridad Ciudadana luchando contra el microtráfico y la violencia de género, saliendo de madrugada para trabajar de lunes a domingo y también los feriados. “Mi familia me ha apoyado permanentemente a lo largo de mi carrera. Mi esposo es Oficial de Policía y ha caminado junto a mí dándome fortaleza para continuar.
Mis hijos crecieron viéndome correr todo el tiempo ya que tenía que cumplir tantas tareas, pero para todo me daba tiempo, me organizaba siempre con mi esposo para cuidar del hogar que tenemos”, detalla la madre de un abogado, un piloto comercial y un último pronto a graduarse de ingeniero aeroespacial. “Trato de hacer que el tiempo valga la pena donde me encuentre; si estoy en el trabajo, me esfuerzo por dar lo mejor en la Policía Nacional, y cuando estoy en casa, soy la mejor madre y esposa que pueden pedir”, detalla la autoridad máxima de la Policía, cuyos hijos están en Guayaquil y su esposo en Los Ríos.
Jefe exigente
En el trabajo, la general Varela es extremadamente dura y exigente, pero dejó una huella positiva en todos los espacios que lideró. Sabe comunicar y respaldar a su gente. La ex Miss Ecuador, Susana Rivadeneira se convirtió en su amiga personal después de que Varela se encargara de su seguridad en 2004 y el papa Francisco le regaló un afiche con la bendición escrita después de su visita en 2015.
“Cada cargo ha tenido implícitas diferentes connotaciones: operativas, administrativas y estratégicas, no obstante, siempre he aceptado el desafío; el liderazgo es liderazgo, ya sea hombre o mujer, nadie rompe barreras sin encontrar obstáculos en el camino; he procurado mantener en todo momento una actitud positiva, dispuesta a seguir sirviendo a mi país y a mi institución”, aclara Tannya, quien disfruta sus momentos de tiempo libre entre cocinar para su familia, bailar, ver unas series policiacas de investigación o leer una obra de Paulo Coelho.
Dama de paz
Desde que la primera mujer policía ecuatoriana ingresó en la década de los años 40; “se inició una trayectoria basada en esfuerzo, superación, tenacidad y valentía. En la actualidad más de 9.000 damas de la paz ejercen diferentes roles, escenarios y grados en las 24 provincias del Ecuador”, detalla la jefa de 53.000 policías a nivel nacional. “Abrí un espacio más a la mujer ecuatoriana en una institución que fue concebida para que la conformen hombres.
Considero que toda mujer siempre será una inspiración para otra pues la fortaleza que demostramos desde cada espacio de nuestra vida hace que seamos mujeres emprendedoras, luchadoras y decididas siempre por alcanzar nuestros objetivos”. ¿Y cuál es el logro profesional que más la enorgullece? Varela responde que haber llegado a este cargo, pero construyendo una carrera profesional no por ser mujer sino por meritocracia, por capacidad y por haber siempre demostrado que con preparación y amor por lo que uno hace siempre se alcanza lo que se propone.
“La mejor definición de lo que somos es lo que hacemos; me he esforzado por honrar mi juramento, pensar en el bienestar del talento humano policial y asegurarme de que estaba enfocada en la misión constitucional”. La general Varela es una mujer enfocada en la disciplina y el deber sin importar el horario ni la fecha en el calendario, esta entrevista la respondió a las 04h00, porque como ella dice, somos lo que hacemos y la responsabilidad, es parte de su ser.