A finales de la década de 1950, el Instituto Lingüístico de Verano, una organización evangélica estadounidense, llegó para hacer contacto con estos pueblos y “evangelizarlos”. El trasfondo era poner de parte a los indígenas para empezar la explotación petrolera en la Amazonía ecuatoriana. En avionetas recorrieron la zona lanzando comida y reproduciendo mensajes en idioma waorani, Wao Terero, para que se acercaran a una zona llamado Tiwino, donde se asentó el “Protectorado”. Concentrar la población waorani dio vía libre a las petroleras para empezar la exploración.
Pero hubo un grupo que no quiso el contacto con occidente y se aisló: los Tagaeri. Después se supo que otro grupo demoninado Taromenane también habitaba la zona. Los dos posiblemente desciendan de mismo tronco familiar waorani. Los antropólogos no se han puesto de acuerdo en si el grupo Taromenane tiene un origen distinto.
En 1979, Ecuador creó el Parque Nacional Yasuní para conservar esta zona de alta biodiversidad, con un enfoque ambiental. Tiene poco más de un millón de hectáreas. Este espacio se superpuso al territorio ancestral waorani.
En 1990, Ecuador reconoció un espacio para el pueblo waorani y le entregó poco más de 600 mil hectáreas, lo que equivale a un tercio de su territorio ancestral. Territorio waorani y Yasuní quedaron separados.
En 1999, el gobierno de ese entonces creó la Zona Intangible Tagaeri Taromenani (ZITT). Pero no fue hasta 2007 cuando ésta se delimitó, con un área de 750 mil hectáreas y luego en 2019 a 800 mil hectáreas (demarcación en verde). La Zona Intangible viene acompañada de una Zona de Amortiguamiento (ZA) de más de 400 mil hectáreas (demarcación rosa). Aparentemente, los pueblos no contactados se mueven dentro de estos límites, pero la evidencia demuestra que transitan por fuera de la Zona Intangible, donde se han registrado matanzas.
Supuestamente nadie puede entrar en esta zona ni se pueden realizar actividades extractivas, a menos que sean de interés nacional. Eso permitió que, en 2013, se permitiera la explotación petrolera del Bloque 43 o ITT, que se superpone en el margen superior derecho de la Zona Intangible. Pero ya había otros bloques sobre la Zona Intangible, como el 16, 31 y otros. La consulta popular para dejar el petróleo bajo tierra solo afecta al Bloque 43. De ganar el Sí, lo otros bloques quedarían intactos.
Ya en 2012, un mapa elaborado por el entonces Ministerio de Derechos Humanos y Cultos mostraba las coordenadas de muertes por enfrentamientos con grupos no contactados, sin contar la masacre de 2013 y el último encuentro violento en 2016. Algunos de ellos se dieron fuera de la Zona Intangible, lo que demuestra que los pueblos en aislamiento recorren un amplio territorio que antes de la explotación petrolera les pertenecía. A pesar de su presencia y matanzas, la explotación petrolera, colonización y otras actividades no se han detenido.
En un mapa actualizado a 2022 y presentado en el alegato del juicio que sigue la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra Ecuador por las matanzas a pueblos aislados, se concluye que: “Estos hechos demuestran dos cuestiones importantes. La primera es que los pueblos Waorani en aislamiento se movilizan fuera de la ZITT. La segunda es que el Estado, a pesar de la presencia de los pueblos Waorani en aislamiento, continuó con su expansión petrolera y de esta forma ha incumplido sistemáticamente la prohibición constitucional de explotar el petróleo donde se movilizan personas indígenas aisladas.
Del trabajo realizado por la geógrafa Paola Maldonado, del Grupo de Investigaciones de Fundación Aldea, hay tránsito de pueblos no contactados en zonas ajenas a la ZITT, como por ejemplo, en el Alto Shiripuno. En el sector de Wentaro los waorani han dejado de salir a sus chacras que están en esas zonas de movilidad, asimismo han abandonado áreas de pesca. Esto coincide con datos de la entonces Secretaría de Derechos Humanos, ahora Ministerio de la Mujer que, en un pedido de información de Vistazo, alertó de “2 notificaciones” de posibles avistamientos o encuentros en Wentaro y Dikaro.
Además, en 2013, se supo que indígenas aislados visitaban al anciano Ompore, que vivía en Yarentaro, una comunidad indígena alejada de la ZITT, y que forma parte del bloque petrolero 16, entonces operado por Repsol y hoy operado por Petroecuador.
En una consulta inédita, el próximo 20 de agosto Ecuador tendrá que ir a las urnas para votar sobre la permanencia o no de la explotación petrolera en el Bloque 43 o ITT (Ispingo, Tambococha y Tiputini), que está en parte nororiental del Yasuní y en el extremo de la Zona Intangible. De ganar el Sí, la consulta solo aplica para el Bloque 43. Los otros bloques que están en parte del Yasuní seguirán operando. De ganar el No, la expotación petrolera se mantendrá en ese lugar.
*Con la ayuda de mapas elaborados por la geógrafa Paola Maldonado, de Fundación Aldea.
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