Es una especie de termómetro que forma parte de la campaña ‘Por un Quito Libre de Violencia’. La idea es que las mujeres tomen en cuenta aquellas actitudes normalizadas y que pueden pasar desapercibidas al grado de atentar contra su vida.
El test cuenta con una serie de actitudes, desde las más leves hasta las más fuertes. Cada señal tiene un puntaje, que al ser sumados muestran un resultado y una recomendación.
Por ejemplo, el número más alto menciona que aquella mujer es víctima potencial de femicidio. Es así que la plantilla también tiene un contacto para solicitar ayuda.
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La campaña tendrá un alcance de 680.000 personas, cifra que corresponde al número de clientes de la empresa de agua.
Además, la Epmaps pondrá letreros informativos en los puntos de atención al cliente y se capacitará al personal para apoyar a las víctimas.
En Ecuador, siete de cada 10 mujeres han experimentado algún tipo de agresión. Mientras que en lo que va del 2023, se han registrado 56 femicidios y en el 2022 fueron 332, según datos de la Fundación Aldea.