Un conductor de bus que se estaba estacionando tras terminar su jornada laboral, aproximadamente a las 22h00, tuvo que ponerse a buen recaudo de inmediato tras percatarse de que disparos de armas de fuego estaban impactando el vehículo.
El ataque armado se produjo el pasado domingo 8 de abril en el sector de Pascuales, al norte de Guayaquil. De acuerdo a reportes extraoficiales, las detonaciones , que también alcanzaron a otros buses parqueados en la zona habrían sido efectuadas por sujetos que se movilizaban en una tricimoto.
Versiones preliminares señalan que el tiroteo pudo haber sido perpetrado por extorsionadores, puesto que recientemente se han registrado señalamientos de chóferes con respecto a exigencias de pagos de hasta 3 dólares diarios por parte de sujetos con presuntos nexos a bandas delincuenciales para no ser víctimas de ataques.
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Según recoge diario El Universo, varias cooperativas de transporte público en Guayaquil han sido contactadas para que efectúen un pago por un inscripción de 50 dólares diarios, a la que se sumarían tarifas semanales, para obtener "seguridad".
El pasado martes 4 de abril, en Pascuales, se registró un ataque con explosivos hacia dos buses. En Monte Sinaí, al noroeste de Guayaquil, varios conductores se rigen a horarios de trabajo dispuestos por extorsionadores, conocidos como "vacunadores".