El pasado viernes fue aprobada la Ordenanza para crear el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) en Quito.
De esta forma se deja atrás un modelo que ha funcionado por más de 50 años en la capital, publica diario El Comercio.
La normativa fue aprobada la noche del viernes en el Concejo Metropolitano. Tomó un año de trabajo y 42 sesiones de la Comisión de Movilidad, aseguró el vicealcalde Santiago Guarderas, quien la preside.
El nuevo modelo permitirá interconectar los viajes del Metro y también del trolebús; además de los buses convencionales y cualquier otro que se implemente en el futuro.
Un punto polémico es que dará paso a un proceso que fijará nuevas tarifas. El aumento del pasaje depende de la firma de una adenda por parte de los operadores de transporte.
El concejal Omar Cevallos, vicepresidente de la Mesa de Movilidad, explicó que ahora no se puede firmar un nuevo contrato y por eso se escogió ese recurso legal.
La adenda plantea dos obligaciones. Una tiene que ver con el cumplimiento de parámetros de calidad del servicio. La otra se refiere al compromiso de participar en el concurso público para la asignación de frecuencias o rutas.
Para la firma de ese acuerdo legal hay un plazo de 30 días, a partir de que la Ordenanza se publique en el Registro Oficial.
Después de esa firma hay un nuevo plazo de 30 días para que los operadores cumplan con los índices de calidad. Es decir, en total habría un plazo de 60 días para que el pasaje de los buses convencionales en Quito pase de USD 0,25 a 0,35 centavos.
El viaje en Metro, una vez que empiece su operación, costará USD 0,45. Sin embargo, si el ciudadano usa todo el sistema integrado, el pasaje será de 0,60, explica Cevallos.