La historia de 'Pochito': de las calles de Loja a Estados Unidos
'Pochito' vivía en las calles de Loja, un día fue atropellado y perdió su ojo, pero nunca imaginó que su situación cambiaría completamente.
Una inspiradora historia conmueve a la ciudad de Loja. Se trata de ‘Pochito’, un perro que fue rescatado de la calle, tras sufrir un accidente en su ojo, y luego puesto en adopción, pero había sido rechazado por su discapacidad. Una ciudadana ecuatoriana que vive en Estados Unidos viajó hasta su tierra natal para adoptarlo.
Hace seis meses, Ana Ludueña, presidenta de la organización Conciencia Animal, supo que un perro fue atropellado y producto del accidente tenía gravemente afectado uno de sus ojos.
Cuando la rescatista llegó al sitio, se encontró con un cuadro devastador. La mascota tenía uno de sus ojos llenos de sangre.
De inmediato, lo llevaron a una clínica veterinaria, donde luego de dos intervenciones tuvieron que extraer el ojo izquierdo.
La fundación fue contando la evolución de ‘Pochito’ a través de las redes sociales para que la gente ayude con los costos del tratamiento y lo adopten, pero nadie quería acogerlo.
“En perritos que nosotros los llamamos especiales, que presentan alguna discapacidad, la gente no presenta mucho interés. Sin embargo, la solidaridad vino de otro país”, narró Ludueña.
AMOR A PRIMERA VISTA
Ximena Montalvo, una lojana que lleva radicada varios años en Estados Unidos, supo del caso porque estaba buscando a otra mascota de un familiar que se había perdido. Mientras navegaba por las páginas de fundaciones y rescatistas independientes, se encontró con ‘Pochito’.
“Me llegó demasiado al corazón, quedé impactada con el caso. Entonces, me contacté con la fundación para ayudarlos con el tratamiento”.
Semanas después, Ximena vio una foto del perrito ya recuperado y decidió adoptarlo. “Fue como un amor a primera vista porque desde el principio me quedé pensando en su estado de salud”.
Pero miles de kilómetros los separaban, además la mujer no podía viajar de inmediato por algunos eventos familiares que estaban sucediendo en ese momento.
Ana Ludueña y su equipo, quienes cuidaron a la mascota en un hogar temporal, creían que la mujer no iba a viajar desde tan lejos para adoptar a un perrito con discapacidad. Entonces, lo publicaron en redes sociales para encontrar una familia pronto, antes de que se encariñe con los cuidadores.
La migrante ecuatoriana reaccionó y pidió que le esperaran más tiempo. Hasta que finalmente, el pasado viernes 12 de agosto, llegó a Loja para encontrarse con ‘Pochito’, nombre que ella misma le puso en honor a unos gatos que tenía su abuela cuando era niña.
“Le decía a mi esposo: hay algo que no me deja en paz y me dice que tengo que ir por él. Yo ya lo amaba antes de verlo en persona y cuando él me vio fue tan increíble”.
En efecto, cuando ‘Pochito’ vio a Ximena, se lanzó y empezó a moverle la cola. Era como si la conociera de toda la vida. Desde ese momento, no quiso despegarse. Entraba en pánico cuando ella se alejaba.
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EL VIAJE MÁS ESPERADO
Finalmente, el lunes 15 de agosto, el perrito viajó a Estados Unidos para iniciar una nueva vida lejos de las calles. Ahora tiene una familia, integrada también por otra perrita y una gata.
“La gente debe entender la responsabilidad que significa cuidar una mascota, no abandonarlos, ni tampoco tenerlos en condiciones precarias. También considero que la sociedad debe esforzarse por enseñarles a las nuevas generaciones a tener un corazón más misericordioso, más empático hacia estos seres, que no tienen voz”, resaltó Ximena Montalvo.
No obstante, la suerte de ‘Pochito’ no la tienen la mayoría de mascotas, sobre todo las que son discapacitadas o de avanzada edad.
“Es muy raro que se adopten a este tipo de animales. Sin embargo, nosotros tratamos de hacer una historia muy conmovedora para que la gente pueda involucrarse y darles una nueva oportunidad”, dice la directora de Conciencia Animal Loja.
La organización se solventa con base en autogestión y donaciones. Las personas que quieren ser agentes de cambio pueden apoyar de distintas maneras: donación de alimentos, apadrinar una esterilización o adoptarlos. Si desea aportar comunicarse a las redes sociales de la fundación.
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