Rita Suárez, una de las deportistas que estuvo en el siniestro del Carihuairazo, esperó cinco días para ser operada en el hospital del IESS en Cuenca. Amigos y familiares denunciaron la supuesta inacción del personal médico a través de medios de comunicación locales y redes sociales. Sin embargo, la entidad aclaró que la montañista ya fue intervenida.
Este jueves, 18 de agosto, circuló un mensaje de Rita hacia sus amigos cercanos, en el cual narra el sufrimiento que atravesó al no ser atendida.
No onstante, un representante del IESS informó a Vistazo que la paciente no fue intervenida con rapidez porque requería un tratamiento previo para que desinflamen sus heridas y que hoy al medio día ya fue operada.
La mujer resultó gravemente herida el pasado sábado tras un accidente en el volcán Carihuairazo, en Tungurahua.
Los montañistas cayeron a una grieta de aproximadamente 60 metros. Producto de la emergencia, murieron tres personas (aunque podrían ser más) y 12 quedaron heridas, quienes en ese momento presentaban cefalea, policontusiones y fracturas. Tras ser rescatados, los deportistas fueron trasladados a hospitales de Riobamba y Ambato.
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En el caso de Rita, ella pidió ser llevada a un hospital del IESS en Cuenca para que le operen con mayor rapidez, puesto en la otra casa de salud de Riobamba, planeaban atenderla días después, pero se encontró con un desolador panorama.
“No es justo lo que estoy viviendo. Cinco días esperando que me operen, tres días sin comer ni tomar agua por la espera. Juegan con la esperanza a recuperarme. Psicológicamente, estoy acabada, ver morir a mis amigos, verlos sufrir tras una agonía, ver heridos con perforación pulmonar y costillas rotas a mis amigos. Ha sido una cruel pesadilla y lo mínimo que el lESS podía brindar, es estabilidad en mi salud física y mental, pero no”, escribió la cuencana en un mensaje antes de ser intervenida.
Agregó: “Yo pago mi seguro y no es poco, con ello cada mes podría alimentar a mi familia, pero no hay ni esperanza a una buena atención”.
Rita envió estas desesperadas palabras a varios familiares y amigos para que ayuden a exigir su derecho por una atención digna y eficiente. Incluso, solicitó que hagan un plantón en los exteriores del hospital.
Mauricio Toledo, uno de sus amigos, comentó que solo estaba con medicamentos para el dolor y que tenía varias fracturas, más el "trauma psicológico de ver a sus amigos fallecer”, señaló en WRadio.