Luego de varias horas de espera, el cuerpo del candidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado este miércoles 9 de agosto por sicarios, salió de la morgue en medio de un fuerte contingente policial.
Tras la balacera, el político fue trasladado a una casa de salud donde se confirmó su deceso. Una agente fiscal, en conjunto con criminalistas de la Policía Nacional tomaron procedimiento en el lugar.
Luego de aquello, el cadáver fue llevado a la morgue de la Policía, en el norte de Quito, para la autopsia respectiva, donde estuvo hasta las 11h00 de este jueves.
La Fiscalía General del Estado (FGE) tuvo que autorizar la salida del cuerpo de Villavicencio. Y por pedido de la esposa del occiso, la institución dispuso al Centro de Medicina Legal que sus restos fuesen entregados a dos "personas de su confianza", una de ellas su abogada, "conforme el reglamento para manejo de cadáveres y servicios funerarios".
El féretro de Villavicencio partió, dentro de un vehículo fúnebre que llevaba encima la bandera de Ecuador, hacia a una funeraria del norte de la capital, resguardado por varios carros y policías motorizados.
Sobre el velatorio del político se ha informado que hoy solo habrá acceso solo para familiares y personas autorizadas.
El candidato a asambleísta por el Movimiento Construye (que auspiciaba la candidatura de Villavicencio), Rubén Granda, anunció que mañana se hará una velación pública.
De su lado, Ximena Naranjo, encargada de la sala de velaciones Memorial, ubicado en el centro norte de Quito, indicó que a través de redes sociales se informará detalles sobre el sepelio.
El asesinato de Villavicencio, que semanas atrás había denunciado amenazas de muerte en su contra, ha conmocionado a Ecuador en medio de una campaña electoral que ya giraba antes en torno a la crisis de seguridad que atraviesa el país.