Decenas de personas caminaron con ropa y globos blancos. También, llevaban carteles en los que escribieron las siguientes frases: “No los torturen más”, “nos están matando” y “no más muertos PPL”.
Llegaron hasta las inmediaciones de la Gobernación y Alcaldía para expresar su malestar ante el accionar de los militares dentro de las cárceles.
“Nuestros privados de la libertad están siendo golpeados física y verbalmente”, dijo una madre, quien mostró una foto en la que se observaba a un reo con la espalda llena de moretones.
Los familiares denuncian que los presos están sometidos de manera supuestamente “inhumana”.
“Les están dando palo todos los días, los levantan a la hora que les da la gana, no les dan de comer, los tienen en bóxer, los hacen revolcar, no les dan medicina”, reclamó una mujer en entrevista con Saeta TV.
Por ello, solicitan a los militares que respeten los derechos humanos de los reos. “Sí, están pagando una culpa, pero tampoco los van a maltratar física y verbalmente”, reiteró la mujer.
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La semana del 8 de enero, Ecuador vivió momentos de angustia por la ola de violencia que se desató en todos los centros penitenciarios del país, donde hubo amotinamientos y guías secuestrados por los reos.
De hecho, unos 48 presos se fugaron del centro de privación de la libertad N.º 2 Esmeraldas.
Luego, la violencia se trasladó a las calles. Esa semana hubo coches bomba, explosiones e incluso la incursión de encapuchados a un canal de televisión en Guayaquil. Esto obligó al presidente Daniel Noboa a declarar conflicto armado interno.
Desde entonces, políticas y militares intervinieron los reclusorios con el fin de mantener el orden, pues es conocido que desde los centros penitenciarios las bandas terroristas ordenan crímenes.
Además, la ciudadanía ha respaldado las acciones militares en las calles y prisiones. Incluso, se han hecho campañas para recaudar alimentos para los uniformados.