De ciudad blanca a ciudad roja: ¿Por qué aumentó la violencia en Ibarra?
Hechos violentos y consecutivos mantienen en zozobra a los ibarreños.
Ibarra, capital de la provincia de Imbabura, ha sido el centro de atención por los numerosos hechos delictivos registrados en las últimas semanas. La ciudad vive un preocupante aumento de la violencia, así lo demuestran las cifras. En los primeros cuatro meses del año se registraron cinco muertes violentas, un número superior al 2021 y 2020 en ese mismo periodo.
La alerta llegó el lunes 18 de abril, cuando un hombre de 53 años fue asesinado en los exteriores de un banco, ante la mirada atónita de su nieto de nueve años. El objetivo de los sospechosos era robar el dinero que el ciudadano, proveniente de San Lorenzo, estaba sacando del cajero.
En redes sociales se difundió una desgarradora escena, que conmocionó a todo el país: el niño lloraba sobre el cuerpo de su abuelo, intentando hacer algo para ayudarlo.
Pero las malas noticias no terminaron ahí. Horas después, un hombre fue asesinado por un extranjero. Ocurrió pasadas las 20:30 del mismo día, los implicados tomaban alcohol por separado, pero en la misma casa. El inquilino y el dueño de la vivienda salieron al patio, discutieron y empezó una riña. El primero habría apuñalado con un cuchillo al segundo.
Dos días después, el miércoles 20 de abril, otro hecho violento conmocionó a la Ciudad Blanca. Una mujer y su hija fueron atacadas con arma de fuego por dos sujetos que se movilizaban en una moto sin placas. Las balas acabaron con la vida de la bebé de siete meses. Mientras que la madre fue golpeada por uno de los sicarios.
El autor intelectual del delito, un policía en servicio activo, era el padre de la bebé. Habría contratado a los sicarios para que maten la niña con el objetivo de no pagar las pensiones alimenticias. Se dictó prisión preventiva para los tres, aunque podría haber más implicados.
CADENA DE VIOLENCIA
Los hechos antes mencionados no son aislados. En Ibarra se incrementan otros sucesos relacionados con la violencia y el crimen organizado. El 13 de abril, la Policía desarticuló a la banda delictiva ‘Los Lobos’, dedicada al microtráfico de drogas.
Entre los detenidos estaba Manuel F. C., cabecilla de la banda, quien registra antecedentes por asociación ilícita y tráfico de sustancias prohibidas. La organización criminal se habría concentrado en varios barrios de la ciudad como Azaya, en donde moradores salieron a defender a los delincuentes e intentaron obstruir el trabajo de los policías.
Un mes antes, el 16 de marzo, Jaime Cabezas, funcionario y líder político de la ciudad, fue asesinado cuando se desplazaba en su carro por el centro de la ciudad. Dos sujetos que lo seguían en moto le dispararon por tres ocasiones y luego huyeron.
Los secuestros también inquietan a esta zona. Dos abogados, oriundos de la provincia de Bolívar, están desaparecidos desde hace más de 20 días. Fueron vistos por última vez en la avenida Mariano Acosta, sur de la ciudad, en donde uno de ellos hizo un retiro de 140 dólares de un cajero automático.
Al día siguiente, el vehículo en el que se movilizaban fue hallado incinerado en el cantón San Lorenzo, provincia de Esmeraldas. Los juristas habrían llegado a Ibarra para defender a un cliente involucrado en minería ilegal.
Por otro lado, el pasado junio del 2021, se reportó el secuestro del empresario y político Carlos Arias en el sector de Tanguarín. El exconcejal de Ibarra fue interceptado cuando realizaba ciclismo en vías de Atuntaqui y sus captores lo raptaron en un vehículo. El 13 de agosto del mismo año fue liberado en una zona selvática fronteriza con Colombia.
MUERTES VIOLENTAS IBARRA
Según datos proporcionados por la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), en lo que va del 2022, en Ibarra se han registrado cinco muertes violentas de enero hasta el 24 de abril: dos asesinatos, un homicidio, un femicidio y un sicariato. En 2021, en ese mismo periodo de tiempo, fueron dos.
Este aumento de delincuencia, no solo es un problema de Ibarra. A nivel nacional, las muertes violentas suman más de 1.250. En el 2021 fueron 668. No obstante, en la provincia de Imbabura las cifras van en ascenso.
“Imbabura tiene un promedio de dos muertes violentas al mes, eso da un promedio total de 20 a 24 por año, eso es histórico”, dijo el ministro del Interior, Patricio Carrillo, en rueda de prensa.
En cuanto a robos, de enero a marzo, la Fiscalía contabiliza 253 hurtos en la provincia. Mientras que en 2021 fueron 213 en ese mismo periodo de tiempo. La mayoría son robos a personas y a domicilios.
De hecho, mientras se redactaba esta nota. La Policía detuvo a una banda de delincuentes que operaba en Imbabura y Pichincha. Los capturados: seis extranjeros y cuatro ecuatorianos, se dedicaban al atraco en locales que venden celulares.
ABANICO DE PROBLEMAS SOCIALES
La alcaldesa de Ibarra, Andrea Scacco, menciona que estos hechos no hay que analizarlos desde un solo punto de vista, sino que cada uno tiene sus particularidades.
“Estos casos evidencian que hay un problema social, psicológico, emocional post pandemia gravísimo; asociado a otro tipo de situaciones: minería ilegal, drogadicción, condiciones de movilidad, prostitución, violencia intrafamiliar, robo y sicariato. Es grave lo que se está viviendo”.
Cuatro principales problemáticas que afronta la ciudad:
1.- Minería ilegal: a pocos kilómetros de Ibarra, se ubica la parroquia la Merced de Buenos Aires, en el cantón Urcuquí. En el 2019, el Gobierno desalojó alrededor de 5.000 personas dedicadas a la minería ilegal. Sin embargo, las actividades han continuado. El 21 de abril de este año, militares encontraron nuevas trochas, campamentos, bocaminas abiertas y por supuesto material extraído.
2.- Comercio ilegal: algunos actos criminales están asociados al tráfico de drogas o contrabando. “La mercadería se traslada de un lugar a otro, sin los respectivos controles. El contrabando, por ejemplo, de tabacos, licores, ropa y un montón de accesorios”, indica la alcaldesa.
3.- Migración y xenofobia: Scacco señala que Ibarra, al estar cerca la frontera, es una ciudad apetecible para que la gente en condición de movilidad se quede, pero “eso también nos ocasiona problemas porque muchos de los actos violentos han estado relacionados con gente en condición de movilidad”.
Sin embargo, datos de la Dinased sobre homicidios intencionales desde el 2019 y hasta abril del 2022 en Ibarra, demuestran que la mayoría de detenidos son ecuatorianos. En total son: 21 ecuatorianos, 4 colombianos y 2 venezolanos.
Pese a estos indicadores, ciertos ciudadanos incitan al odio hacia los extranjeros a través de redes sociales. De hecho, Ibarra ya registra un antecedente grave. En 2019, un femicidio ante la mirada de decenas de personas y policías, provocó que un grupo de gente saliera a la calle a exigir la salida de extranjeros.
“Tememos que se vuelva a repetir lo que ocurrió en el 2019, cuando se botaron los enseres de cientos de familias, les quitaron los arriendos, los agredieron, entre otras cosas. Hay mucho temor en la población, desde el mes anterior han existido llamadas a las denominadas purgas de expulsión de migrantes”, menciona Betzabeth Jaramillo, politóloga y activista por los derechos de los venezolanos en Ibarra.
4.-Alquiler de motos: el ministro del Interior, Patricio Carrillo, señaló que en esta localidad del norte del país existe la posibilidad de que se esté generando un mercado informal de alquiler de motocicletas para utilizarlas en los delitos.
5.-Estructura social: para el experto en seguridad Daniel Pontón, la mayoría de delitos citados en Ibarra tienen características vinculadas a problemas sociales, a diferencia de la Costa, donde los sicarios están relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico. No obstante, “vemos que ya empieza a convertirse en un servicio de la población para resolver conflictos”.
Agrega que el país tiene instituciones debilitadas por su accionar y manchadas por temas de corrupción, lo que puede provocar que la gente haga justicia por mano propia. “El gran problema es el rompimiento de la estructura social, eso es lo que este tipo de crímenes genera”.
Ante el desolador panorama, Pontón considera que es básico que todos los crímenes sean castigados con todo el peso de la ley y que no exista impunidad. Así mismo, los gobiernos locales “deben trabajar en la convivencia ciudadana, lugares de encuentro y políticas de inclusión”.
ACCIONES Y PEDIDOS
Actualmente, el Municipio de Ibarra trabaja en una reforma a la ordenanza de seguridad que ya está en vigencia. Entre otras cosas, se plantea controlar que solo una persona vaya en una moto con un chaleco que contenga la placa, exigir más control de las instituciones financieras y supervisar que los arriendos cumplan con documentación formal.
Las autoridades de la ciudad también solicitan al Gobierno mayor cantidad de elementos policiales, pues algunos prestan servicios a Esmeraldas, lo que crea un desbalance, y que los agentes tengan las herramientas necesarias para operar.
