A falta de poco más de una semana para que el 1 de septiembre se cumplan los primeros cien días del Gobierno de Guillermo Lasso, faltan aún por vacunarse en Ecuador algo más de dos millones de personas con la pauta completa, para llegar a la promesa electoral de los nueve millones.
Conforme a los últimos datos oficiales del Ministerio de Salud Pública, con corte del pasado sábado 21 de agosto, habían sido totalmente vacunados en el país 6.729.500 habitantes, de una población total de 17,7 millones y una meta de vacunación de 9 millones mayores de 16 años.
"El plan de vacunación va excelentemente bien, hemos sobrepasado los 10 millones de vacunados con primeras dosis, hemos sobrepasado los 6 millones de ecuatorianos con dos dosis", manifestaba el viernes la ministra de Salud Pública, Ximena Garzón.
META DEL 72% DE LA POBLACIÓN
El Ejecutivo de Guillermo Lasso se fijó desde que entró en funciones el pasado 24 de mayo la ambiciosa meta de vacunar a 9 millones de residentes en el país, en torno al 72% de la población, en los primeros cien días de gestión.
En este sentido, la titular sanitaria pronosticó que, "sin lugar a dudas, vamos a poder cumplir con nuestra palabra de los 9 millones de vacunados en los primeros cien días de haber iniciado nuestro plan de vacunación".
Eso supone que en los próximos diez días en Ecuador deberán vacunarse o completar su pauta alrededor de 2,3 millones de personas para lograr ese objetivo, de acuerdo a los datos oficiales que revelan que hasta la fecha se han administrado cerca de 16,7 millones de dosis, la mayor parte de las cuales son de la vacuna china Sinovac, que encabeza el ránking con 10,2 millones.
Le siguen los viales anticovid-19 de las farmacéuticas Pfizer, con 4,7 millones de dosis, AstraZeneca, con 1,6, mientras que las monodosis de Cansino alcanzan apenas las 28.013 suministradas.
En total, 9,9 millones de habitantes del país han recibido una primera dosis, y 6,7 la segunda, si bien se debe tener en cuenta que no todas las vacunas contra el SARS-CoV-2 a disposición en el país requieren de sendas dosis.
Garzón recordó que cuando se inició el programa de vacunación del actual Gobierno aún se inoculaba a los grupos más vulnerables de la población, tercera edad y personas con enfermedades agravantes.
Y reveló que a día de hoy, la mortalidad por covid-19 ha disminuido de forma abrupta, como lo registran los indicadores de las últimas semanas.
"El exceso de mortalidad en el 2020 era aproximadamente de 45.000 personas fallecidas en exceso en comparación con los cinco años anteriores. Al momento está prácticamente con los mismos niveles prepandemia", aseveró.
ALGUNOS HITOS LOGRADOS
Aunque la población objetivo del Gobierno una vez se alcance la fecha de los cien días es llegar al 12,4 millones de personas mayores de 16 años, ya se han alcanzado algunos hitos, como el 100% de la población de las Islas Galápagos, o índices similares de primera dosis en la provincia de Carchi, fronteriza con Colombia.
En las provincias de Pichincha, cuya capital es Quito, más del 88% y del 86% de población entre los 16 y 49 años, y entre los 50 y 64 años, ya recibieron primeras dosis, mientras que estos indicadores en Guayas (Guayaquil) representan más del 71% y el 79%, respectivamente.
Con todo, la ministra de Salud aseguró que el presidente, Guillermo Lasso, continúa "buscando vacunas", en referencia a sus gestiones diplomáticas con diferentes países y farmacéuticas, al objeto de "alcanzar la inmunidad comunitaria para poder reactivar nuestro país".
El pasado 31 de mayo, una semana después de asumir el cargo, el mandatario presentó su Plan de Vacunación como el más importante programa de reactivación económica.
"No solamente es un programa sanitario, no solamente es un programa social, es también el más importante programa económico que podemos presentar a la sociedad", manifestó entonces.
El anterior Ejecutivo de Lenín Moreno aseguró que había superado la cifra de 2 millones de inoculaciones contra la covid-19 y que había contratado vacunas por valor de 22 millones de dólares para que el nuevo Gobierno pudiera continuar el proceso de vacunación.
Sin embargo, la gestión se vio marcada por el retraso en la llegada de las dosis, la lentitud con la que eran aplicadas y casos y sospechas de corrupción por parte de funcionarios públicos.