Cinco trajes antiexplosivos valorados en $ 245.000 fueron entregados a la Policía Nacional por parte del Gobierno de los Estados Unidos.
La donación se dio luego del incidente registrado hace una semana en Guayaquil, cuando agentes de unidades especializadas desactivaron un artefacto explosivo que fue atado al cuerpo de un hombre.
La Embajada estadounidense señaló que estos trajes brindarán mayor seguridad y garantías a los operadores de la Policía Nacional que desactivan y extraen artefactos explosivos.
Los trajes, clasificados como nivel ocho y nivel nueve, son equipos que proveen una alta protección contra amenazas de explosiones, sobrepresión, fragmentación, impacto y calor o llamas.
En la ceremonia de entrega estuvieron presentes Juan Zapata, Ministro del Interior; el Teniente Coronel Roberto Pastor, Comandante del Grupo de Intervención y Rescate; Fausto Salinas, Comandante General de la Policía Nacional, entre otras autoridades.
“Esta entrega apoya nuestro objetivo en común de vivir en sociedades libres, seguras y democráticas. El Ecuador cuenta con los Estados Unidos para combatir la inseguridad, el tráfico de drogas y el crimen organizado”, dijo Tim Stater, Cónsul General Encargado de los Estados Unidos en Guayaquil.
En agosto 2022, Estados Unidos entregó dos trajes antibombas valorados en $110,000. Uno de ellos se entregó al Comandante de la Zona 8 un día después del atentado en el sector del Cristo del Consuelo, en Guayaquil.
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Además de las donaciones de trajes antibombas, el Gobierno de los Estados Unidos capacitó a 48 policías y fiscales para ayudarlos a identificar explosivos y cómo recolectar la evidencia para apoyar en una investigación.
"Esta donación es una muestra concreta del compromiso del Gobierno de los Estados Unidos con los ecuatorianos y las fuerzas del orden para enfrentar juntos la violencia que nos afecta a todos y apoyar la seguridad ciudadana", enfatizó la Embajada.
Ecuador encara un aumento de la violencia criminal vinculada a mafias del narcotráfico. Secuestros, extorsión a comerciantes y sicariatos se han hecho frecuentes en el país, ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína del mundo.
Por su posición estratégica, el puerto de Guayaquil se ha convertido en el centro de operaciones para el envío de toneladas de droga hacia Europa y Estados Unidos.
El año pasado las incautaciones de droga superaron las 200 toneladas, y la tasa de homicidios pasó de 14 por cada 100.000 habitantes en 2021 a 25 en 2022.