El 28 de julio, la Arcsa inspeccionó 200 locales de venta de comida en Ecuador. 20 de los 21 establecimientos a los que se les revocó el permiso de funcionamiento por no cumplir las normas sanitarias vigentes vendían dicha clase de productos.
Nueve de estos operaban en Guayaquil y ocho en Quito. El resto de casos fueron registrados en Daule, ciudad ubicada en la provincia de Guayas, y Cayambe, localidad de Pichincha. Además, a 18 restaurantes, se les abrió procesos sancionatorios especiales, tras una resolución que no disponía su clausura.
"Muchos de ellos no tenían permiso de funcionamiento con la Arcsa, otros no cumplían con la infraestructura sanitaria, otros no tenían condiciones higiénico-sanitarias adecuadas, tenían falta de higiene en el personal, había falta de control de plagas, falta de limpieza y desinfección en las superficies", informó Toapanta al medio referido.
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Para volver a operar, explicó el funcionario, los establecimientos clausurados tendrán que corregir las faltas a la normativa sanitaria. No obstante, si la Arcsa detecta recurrencia en el incumplimiento de estos requerimientos, el negocio se cerrará permanentemente.