Casi 7.000 ecuatorianos pasaron la frontera entre Colombia y Panamá, dividida por la densa y peligrosa selva del Darién, durante los primeros nueve meses de 2022, lo que supone un aumento del más de 1.000 % de migrantes del país que escogen esta ruta en su intento por llegar a Estados Unidos.
"Durante todo 2021 pasaron la frontera 387 personas de nacionalidad ecuatoriana y de enero a septiembre de este año, ya se han registrado 6.698 personas de nuestro país vecino que han traspasado la frontera con Panamá", informó el defensor del Pueblo colombiano, Carlos Camargo, durante una visita a la frontera con Ecuador.
El pico más alto fue el mes pasado, cuando 2.594 ecuatorianos se adentraron en esta peligrosa y montañosa selva, aunque en agosto ya lo habían hecho 1.581, "una cifra significativa que nos lleva a alertar sobre los riesgos que corren estas personas migrantes", dijo Camargo.
Justamente la ciudad colombiana de Ipiales, en la frontera con Ecuador, es uno de los núcleos de la ruta migratoria, ya que desde ahí se cogen los autobuses que llevan hasta el municipio de Necoclí, en el departamento de Antioquia, en una ruta totalmente vertical hacia el norte y desde donde los migrantes cogen lanchas para atravesar el Caribe en el Golfo del Urabá y emprender la ruta por la selva.
Los datos del Ministerio del Interior ecuatoriano estiman que, solo en agosto de este año, 12.252 ecuatorianos abandonaron el país a través de la frontera con Colombia, lo que supone una diferencia con las cifras colombianas, pero dan cuenta de la magnitud del evento.
"Es por este aumento en el número de migrantes que el Defensor del Pueblo hace un llamado a las entidades estatales de los países latinoamericanos a que adopten políticas publicas que desincentiven la migración irregular", alegó la Defensoría.
Se trata del año que más personas han cruzado el Tapón del Darién desde que hay registros, con más de 200.000 personas, más del 70 % venezolanas, que se adentran en una caminata que puede durar hasta una semana por empinadas montañas enlodadas, ríos que crecen por las lluvias y una selva donde hay presencia de criminales y grupos armados.
Desde que EE.UU. anunció el pasado 12 de octubre una nueva política con la que todo nacional de Venezuela que llegue al país tras haber cruzado irregularmente la frontera de Panamá o de México, será expulsado de inmediato a territorio mexicano, ha descendido ligeramente el número de personas que cruzan la selva.
Según cifras del Gobierno panameño, mientras la semana después del anuncio llegaron a cruzar hasta casi 6.000 personas en un día el Darién, actualmente son menos de 3.000 al día, un número aún significativo y muy superior al de otros años, pero en una tendencia descendente.
Entre octubre de 2021 y agosto de este año, más de 150.000 venezolanos han sido arrestados en la frontera sur de EE.UU., en comparación con los 50.499 en el mismo periodo del año anterior.