Constantemente, se reportan casos de abandono de mascotas en Ecuador, pero Christopher es el otro lado de esa moneda. El migrante venezolano tenía la oportunidad de quedarse en un albergue, pero como no le permitían entrar con su perrita Brenda, decidió dormir en la calle.
Hace pocos días, una señora, que había adoptado a un can, alertó a la Fundación Camino a Casa que una perrita caminaba con dificultad en la Avenida Shyris (norte de Quito). No podía movilizarse bien porque su estómago parecía estar inflamado.
La fundación llegó al lugar y trasladó a la perrita a una clínica veterinaria para los respectivos chequeos. Resultó que Brenda estaba a 20 días de dar a luz. Mientras se hacían los análisis, los rescatistas conocieron al dueño de la mascota, Christopher, quien contó la triste historia que había detrás de él.
El joven narró que hace más de dos años había partido de su natal Venezuela con su mamá. Llegaron hasta Perú, donde rescataron de la calle a Brenda. Tiempo después, se la robaron. Cogió un tráiler que lo llevó hasta un pueblo y la encontró.
“Incluso la mamá del chico que se había robado la perrita, le dio las instrucciones de cómo llegar y le dijo: mi hijo ni siquiera le da de comer, ella va a estar mejor con usted”, narró el migrante a Cristina Calderón, representante de Camino a Casa.
Más tarde, esta familia llegó a Quito, donde pretendían quedarse un tiempo, pero la madre de Christopher tuvo que dejarlos porque le había salido una oportunidad laboral en Bogotá, Colombia.
Habían quedado en volver a encontrarse, sin embargo, la falta de teléfonos celulares y los escasos recursos hizo que no se volvieran a ver nunca más. Pasaron cerca de dos años sin saber nada el uno del otro.
Christopher dormía en las calles de la capital ecuatoriana porque en los albergues no le dejaban entrar con Brenda.
“No me había ido a Colombia por la perrita, estaba enferma, tenía que llevarla a un hospital para que la atendieran. No podía caminar, ni nada. Me ofrecieron un albergue para quedarme durmiendo, pero como no aceptaron a mi perrita, no me quedé. Prefiero estar en la calle ”, manifestó el joven.
Rescatistas de Camino a Casa buscó a la madre de Christopher a través de Facebook. La mujer comentó que estaba viviendo en Bogotá y que había venido a Ecuador para buscar a su hijo, pero nunca pudo ubicarlo.
“La señora también dijo que su hijo no necesita estar en la calle y que ella tiene una casa arrendada con espacio para Christopher y Brenda”, indicó Cristina Calderón.
Actualmente, el joven migrante está a la espera de saber los resultados de los exámenes que le hicieron a su perrita, puesto que su salud podría complicarse al determinarse, en primera instancia, que tiene brucella, una enfermedad bacteriana.
De acuerdo al tipo de brucella, se tomará la decisión si interrumpir o no el embarazo. Sobre todo porque antes, la perrita ya había tenido un aborto. En caso de que todo salga bien, Brenda podría viajar con su dueño a Colombia. Debería ser lo más pronto posible para que dé a luz en ese territorio.
La idea es que vayan en transporte terrestre, por eso la Fundación Camino a Casa está recolectando donaciones para solventar los gastos del viaje. Necesitan un kennel (jaula para perros) para que Brenda vaya en el área de equipaje o quizás están pensando en pagarle otro boleto, así iría junto a su dueño.
También requieren recursos para solventar los gastos de la clínica veterinaria. Cristina Calderón señaló que los exámenes son bastante costosos, así como la atención.
Mientras tanto, Christopher permanece en un albergue. No quiere abandonar a su hija, como le dice a Brenda. De hecho, la fundación le planteó la posibilidad de darla en adopción, por las condiciones en las que él estaba, pero se negó e incluso lloró para que no lo dejaran sin su mascota.
Si desea apoyar para pagar los gastos de Brenda y ayudar a Christopher en su camino hacia Colombia, puede hacerlo a la cuenta de ahorros de la Fundación Camino a Casa:
-Pichincha: 6085452300
-Pacífico: 1051611837
RUC: 1792329930001