Lo que se sabe sobre la alerta de bomba afuera del Terminal Terrestre en Guayaquil
Una alerta de bomba se registró este martes 15 de agosto de 2023 en los exteriores de la Terminal Terrestre de Guayaquil.
Una alerta de bomba se registró este martes 15 de agosto de 2023 en los exteriores de la Terminal Terrestre de Guayaquil. En el sitio se realizó la detonación de dos objetos sospechosos.
Tras la alarma, unidades del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional fueron desplegadas hasta el lugar.
Uno de los objetos estaba dentro una maleta de mano, que habían colocado debajo de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) móvil estacionada afuera del terminal, desde el que parten los buses intercantonales e interprovinciales.
Los agentes realizaron la detonación controlada de un primer objeto, y se constató que solo era una caja de cartón. En ese caso se descartó la presencia de algún artefacto explosivo.
Luego de aquello, se procedió con la verificación de un segundo objeto.
"El equipo Explorer del GIR realizó la detonación controlada del segundo objeto sospechoso, descartando finalmente la presencia de artefactos explosivos", informó la Policía Nacional.
El incidente ocurrió en medio del estado de excepción, a nivel nacional por 60 días, decretado por el presidente Guillermo Lasso tras el asesinato el miércoles del candidato presidencial Fernando Villavicencio, víctima de disparos de sicarios a la salida de un mitin electoral en Quito, y en el que también se arrojó un artefacto explosivo.
"Los asesinos, para cubrir su huida, lanzaron una granada que no detonó en la calle y que luego fue destruida a través de una detonación controlada", indicó el jefe de Estado.
Las declaratorias de estados de excepción permiten despliegue de militares en las calles para apoyar la labor de la Policía
Ecuador cerró 2022 con la mayor tasa de muertes violentas de su historia, al registrar 25,32 por cada 100.000 habitantes.
Desde hace más de dos años se han vuelto una tónica habitual en Ecuador las noticias de asesinatos a manos de sicarios, de matanzas a cargo de bandas criminales o de alertas de bomba, una situación que el Gobierno vincula principalmente con el crimen organizado y el narcotráfico, que se ha hecho fuerte en la zona costera del país.
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