Abrir la oficina a las familias de los colaboradores, ofrecer alimentación y duchas, horarios flexibles, reducir costos, armar equipos de alto desempeño, buscar países que sirvan como ejemplo y apostar por nuevos negocios son algunas de las estrategias con las que enfrentan la actual crisis los empresarios ecuatorianos.
Alrededor de 300 ejecutivos, hombres y mujeres, se reunieron en el primer encuentro de alto impacto que organizó IDE Business School, en Quito, para compartir experiencias, revisar los desafíos de las empresas y la necesidad de encontrar oportunidades.
Los presidentes ejecutivos de McDonalds, Coca-Cola y Banco de Guayaquil hablaron en primera persona. En la cadena de comida rápida, contó Gina Castagneto, su presidenta ejecutiva, se ha permitido que los colaboradores -90% de ellos son generación Z- utilicen los locales para estudiar, conectarse al internet sin limitaciones, tomar ahí su descanso e incluso una ducha.
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“Detectamos que había gente que se acostaba sin luz y se despertaba sin luz; y por eso, pusimos a disposición las oficinas para hacer ‘coworking’ y ofrecimos alimentación”. Además, cuenta Castagneto, de flexibilizar los horarios de ingreso y salida del trabajo.
La oportunidad viene, según la ejecutiva, por el lado de hacer visible el propósito de la marca: la compañía permite que los clientes utilicen los locales como espacios de trabajo y está creando promociones ajustadas a un bolsillo golpeado por la crisis.
¿Cómo se siente esta crisis en tu sector?, preguntó Julio José Prado, profesor del IDE y moderador del foro ‘Cómo superan las crisis los CEOs –presidentes ejecutivos- ecuatorianos’, parte del encuentro, al máximo ejecutivo de Coca-Cola en el Ecuador, Daniel Moritz.
El brasileño, que lleva cuatro meses en el país, fue muy claro: “en el Ecuador, la gente está dejando de ir a las tiendas por falta de luz y por la inseguridad; hay un cambio en la tendencia de consumo y es el canal moderno –supermercados- el que está creciendo mucho más”.
Para la marca es un desafío pues, según Moritz, trabajan con 200 mil puntos de venta o tiendas a nivel nacional.
Desde una visión como extranjero, el ejecutivo motivó a los empresarios ecuatorianos a pensar en al menos tres cosas: los latinoamericanos, en general, “hemos desarrollado musculatura” para enfrentar crisis porque las vivimos todo el tiempo; las soluciones en momentos difíciles provienen de los colaboradores, a los que hay que escuchar; y es el momento de actuar de forma disruptiva.
“La crisis no es permanente y se gestiona”, afirmó Guillermo Enrique Lasso, presidente ejecutivo de Banco Guayaquil. Para el sector, dijo, el momento actual se siente sobre todo por el lado del crédito: hay mayor riesgo y hay que ser cautos en algunos segmentos.
Las recomendaciones que los presidentes ejecutivos hicieron a los empresarios –pensando en que no todos los negocios tienen gran tamaño ni el soporte de una multinacional- son seis:
“Siempre necesitamos luces y ayuda; queremos darles ideas para que puedan seguir construyendo país”, afirmó Daniel Susaeta, director del IDE Business School, al reconocer la importancia de que haya un vínculo entre la empresa y la academia.