El caso de la subteniente Aidita Ati está a punto de cerrarse. La Fiscalía de Orellana ratificó la decisión de la fiscal de Quito, María Isabel Jiménez, de no acusar a los seis implicados en el presunto delito de femicidio. Con ello, los sospechosos quedarían libres de responsabilidad.
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Así lo confirmó Galo Quiñones, abogado de la familia de la víctima, en entrevista con Vistazo. El jurista comentó que la resolución fue notificada a las diez de la mañana de este lunes 28 de octubre y tiene como base el informe pericial toxicológico, el estudio histopatológico y la exhumación del cadáver. Esta última diligencia había determinado que la causa de la muerte de la oficial fue edema pulmonar por intoxicación.
“Con esto el caso quedaría en la impunidad”, apuntó el abogado, quien analiza plantear un proceso por fraude procesal contra funcionarios que participaron en las indagaciones.
Aidita Ati fue hallada sin vida el pasado 29 de junio en el Fuerte Militar Napo en la provincia de Orellana. La primera autopsia determinó que la joven murió a causa de una asfixia mecánica e incluso se dijo que había señales de agresiones físicas y violación.
Inicialmente, el caso era investigado por la fiscal de Orellana, Eulalia Rodríguez, pero luego pasó a la fiscal de Quito, María Isabel Jiménez, quien trabajó en el caso María Belén Bernal. Así mismo, la familia Ati cambió de abogado.
Bajo esa nueva dirección, se pidió la exhumación del cuerpo y esta determinó que la causa del fallecimiento sería un edema pulmonar por intoxicación.
“Esto quiere decir que la señorita Ati tomó demasiado y prácticamente su sistema respiratorio colapsó causándole la muerte”, había explicado Paúl Vergara, abogado de uno de los procesados del caso.
Por ello, la fiscal María Isabel Jiménez se abstuvo de acusar a los seis militares implicados en el caso, pero la defensa de la víctima elevó una consulta a la Fiscalía de Orellana para que se pronuncie sobre la decisión.
Ahora se conoce que el Ministerio Público de esa provincia amazónica ratificó la abstención de acusar a los sospechosos.
“Nunca voy a dejar de creer que a Aidita Ati la mataron en el Fuerte Militar Napo y jamás voy a descartar el primer examen médico-legal que no tuvo ningún interés más que la verdad”, aseguró Galo Quiñones, abogado de la familia de la subteniente.
Reiteró que es “totalmente ilógico” que existan dos autopsias con resultados opuestos y se mantiene en que la joven fue asfixia y hubo agresión sexual.