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La expresión artística prevalece pese a la pandemia en Ecuador

jueves, 15 abril 2021 - 07:08
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En medio de una pandemia por el coronavirus COVID-19, podrías pensar: ¿de qué sirve el arte? ¿por qué fomentar la expresión artística, las clases de arte o mantener vivos los museos en medio de una crisis sanitaria?

 

La respuesta, según los expertos, aunque no lo creas, está también relacionada a la salud. Y es que, desde su origen el arte ha tenido un sentido catárquico, es decir, para la descarga de sentimientos, pensamientos e incluso para dar sentido a traumas. Por ejemplo, la tragedia griega constituía una terapia psicológicasegún el psiquiatra David Fraguas Herráez, quien estudió la función curativa de la palabra en la Grecia clásica.

"Acercar, inspirar, aliviar, compartir: estos son los poderes del arte, cuya importancia es aún más evidente en estos tiempos de pandemia de COVID-19. En un momento en que cientos de miles de personas se ven directamente afectadas por el virus y varios miles de millones más están confinadas o en primera línea en la lucha contra la pandemia, este día mundial  nos recuerda oportunamente que el arte tiene la capacidad de unir y establecer vínculos en épocas de crisis", expresó Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, este 15 de abril, cuando se conmemoró el Día Mundial del Arte. 

Desde el inicio del confinamiento, se pusieron en práctica formas nuevas de mostrar lo artístico. Así, algunas iniciativas unen creatividades a través del mundo, para crear vínculos entre las creaciones artísticas y la sociedad. El ejemplo más claro de esto fue la exposición Retratando Sobrevivir, un nombre fuerte pero preciso que evidencia como el arte es una vía de catarsis: sirve para expresar sentimientos difícilmente verbalizables.

 

En la muestra participaron más de 170 artistas procedentes de catorce países como Ecuador, Cuba, Argentina, Chile, México, Colombia, Perú, Venezuela, entre otros.

Al menos 1.100 retratos a dúo se colgaron en las redes, mientras azotaba la pandemia y, posteriormente fueron colgados en dos salas del  Museo Arqueológico, Etnográfico y de Arte Moderno Latinoamericano (MAAC) Uno de los ecuatorianos que participó fue el guayaquileño, Ronald Rizzo, de 33 años, quien hizo retratos a dúo con los también artistas Baruc Mero Sarmiento y Wladimir Torres (Wlado).
 
 

Rizzo cuenta que, al inicio de la pandemia en Ecuador, entre marzo y abril de 2020, entre colegas estuvieron en contacto a través de videollamadas, demostraciones vía livestream y otras actividades por redes sociales. Si bien en cierto, no todos los artistas producieron obra, este no fue el caso de Rizzo, quien agradeció haber podido mantenerse activo, aunque no siempre hubo remuneración económica.
Al principio de la pandemia regresó una práctica que antes se hacía con más frecuencia: el trueque. Y Rizzo, por sus obras, intercambió equipo para hacer ejercicios, maquinaria como taladros, hasta material para hacer las propias obras.
Es por eso, que para el artista en esta fecha es importante destacar que la educación artística debe estar al alcance de todo el mundo, desde las escuelas. Durante la infancia, el sistema inmunitario necesita exponerse a agentes patógenos para fortalecerse. En el plano psicológico ocurre algo similar. El aislamiento social impide poner en práctica habilidades esenciales para el desarrollo infantil.
Pero para problemas nuevos, respuestas creativas a partir de la nueva normalidad. Y es que, l a expresión artística es muy intuitiva. Octavio Córdova es docente universitario y máster en Ilustración, cuenta que la educación se tuvo que adaptar a las normas de bioseguridad, por lo que sin clases presenciales tuvo que zambullirse en los salones de Zoom y Google Classroom.
"La primera materia que me tocó dar, justamente, a partir de que empezó la pandemia fue Dibujo Artístico", contó Córdova. Sin dudas, el primer reto que se le vino a la mente fue el tecnológico: "una cámara usualmente no va a poder captar todos los movimientos que haces con la mano. Además, tienes que estar muy atento a las sutilezas, por ejemplo, cuando estás enseñando a manejar el lapiz es algo muy complejo de enseñar vía online el movimiento de muñeca articulado con el codo y el hombro". Le sigue el componente de atención, el docente señala que los alumnos se distraen con frecuencia o no activan la cámara o simplemente se van. "Tu estás tan pendiente de dar tu clase que no te das cuenta si tu alumno se va", explica.
Así mismo, entre los aspectos positivos, el docente destaca que ahora puede compartir los títulos de su biblioteca personal más fácilmente "porque se los puedo enseñar en cámara". Así mismo, puede mostrar archivos de trabajos profesionales porque los tiene en la máquina donde brinda las clases y así puede mostrar como se hizo alguno de sus proyectos. Finalmente, destaca la capacidad para dar retroalimentación o feedback, pues estos pueden grabarse de forma particular para cada alumno y sin interrumpir la clase.

Durante los ciclos de confinamiento y desconfinamiento, que actualmente se viven en Ecuador, el arte ha proporcionado una vía para enfrentar la emergencia.

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