Fue 'sex symbol' en los 80 con 'Falcon crest', se ha casado cinco veces, se ha arruinado y ahora sale adelante como piloto-guía. Se trata de Lorenzo Lamas, el actor estadounidense que alcanzó la fama por sus múltiples participaciones en la pantalla, entre ellas la serie de los noventa, El Renegado, en la que interpretó a Reno Raines, un fugitivo de la ley que se convierte en cazador de recompensas bajo el seudónimo de Vince Black. Pero su vida no ha sido nada fácil y un reportaje de
diario El País hace un recuento de todo lo que le ha tocado enfrentar a este actor de 58 años de edad.
Su hijo tuvo un romance con su exmujer, su actual esposa que dio a luz a su nieto y vivió una sesión de espiritismo en la que una estrella muerta de Hollywood le pidió ayuda. El propio Lorenzo está consciente de que su vida se convirtió en un jugoso culebrón lleno de infidelidades y divorcios que lo dejaron en bancarrota.
Jane Wyman, la maquiavélica matriarca que dio vida a Angela Channing en Falcon crest, fue la única que consiguió poner los límites a un veinteañero Lorenzo Lamas, saciado de éxito y con decenas de seguidoras persiguiéndole a principios de los ochenta. Está anécdota la cuenta el mismo Lamas en su autobiografía, Renegade at heart (Corazón de renegado). En una ocasión, se presentó al rodaje en estado de embriaguez, le pidió al maquillador que le rociara desodorante para que no descubrieran, por el olor, la cantidad de alcohol que llevaba encima. Lamas escribe: "Jane (Wyman) me dijo: 'Tómate 15 minutos, apréndete el guión y nunca vuelvas a venir a trabajar así". Así, con la mano dura de Wyman siempre presente, Lamas consiguió mantener su profesionalidad a lo largo de los 227 capítulos de Falcon crest, de 1981 a 1990.
Pero las tentaciones eran muchas para un joven que consiguió su primer papel en Grease (Randal Kleiser, 1978) y dos años más tarde ya era el más popular y deseado de la televisión gracias a Falcon Crest. Los yates, los coches de lujo, las juergas con drogas y alcohol y una ostentosa vida sexual eran su día a día. "Yo creía estar en una relación abierta con mi novia, pero no", recuerda Lamas en sus memorias de una de sus primeras relaciones. Y continúa: "Conocí a las gemelas Barbi en la playa y me acosté con ellas. Al día siguiente se lo conté a mi novia pensando que no pasaba nada, pero me equivoqué". Las dos señoritas en cuestión son dos gemelas llamadas Shane y Sia Barbi, que batieron récords de ventas cuando aparecieron juntas en la portada de Playboy.
La debilidad de Lorenzo por las chicas playboy no acabó ahí: se casó con Shauna Sand, un par de meses después de que ella ilustrase la portada de Playboy en mayo de 1993. Lorenzo tenía 35 años y este era su cuarto matrimonio, y el primero que duraría más de cuatro años. La relación con "mi mujer número 4", tal y como Lamas se refiere a Shauna Sand fue la más problemática de todas. Su divorcio en 2002 dio lugar a una batalla legal por la custodia de sus tres hijas y las acusaciones de que Lorenzo había obligado a Shauna a grabar videos porno caseros. Todo se convirtió definitivamente en un circo cuando el hijo de Lorenzo, A.J. (Álvaro Joshua, que tuvo con su segundo matrimonio, Michelle Smith, que duró menos de dos años), se acostó con su madrastra Shauna al cumplir 18 años.
El propio Lorenzo también tuvo que renunciar a su apellido al casarse con su "mujer número 5": si Shawna Craig quería tomar su apellido de casada, se habría convertido en Shawna Lamas, un nombre que se pronuncia exactamente igual que el de "mujer número 4" (Shauna Lamas). La solución fue que "mujer número 5" se quedase con su apellido de soltera y fuese Lorenzo el que pasase a llamarse Lamas-Craig. Tras proclamarse ganadora del reality show The Bachelor, la hija de Lorenzo, Shayne Lamas (31 años), estuvo al borde de la muerte tras sufrir un aborto. Su esposo contó al programa de televisión The Doctors que los médicos salían cubiertos de sangre y que Shayne llegó a estar clínicamente muerta.
La carrera profesional de Lorenzo Lamas cayó en picado, es como si tuviese claro que su destino eran las películas de acción cutres que ni siquiera quiso molestarse en perseguir otras opciones. Gracias a la serie El Renegado, Lamas cimentó su perfil de tipo duro que se tomaba la justicia por su mano.
"Ahora trabajo como piloto de helicópteros y me encanta", explica Lamas, refiriéndose a las guías turísticas que organiza en Los Ángeles. "Me cansé de esperar a que me llamasen para hacer otra película de serie B. He vivido éxitos tremendos como actor, pero eso ya pasó. No tengo agente, ni mánager. Ahora estoy concentrado en mi carrera como piloto comercial". Reconoce, eso sí, que de joven creyó que su fama sería eterna, no que terminaría a los 41 años. "Me arrepiento de haberme gastado todo ese dinero en aviones, barcos y mansiones. Ojalá me hubiera preparado para el final de mi carrera".
Lamas se muestra orgulloso de su familia y en paz consigo mismo, aunque admite que su vida parece una mala película. Desmiente que su mujer sea una cazafortunas, argumentando que ella no le abandonó durante su bancarrota.