Ho Van Lang o mejor conocido en Vietnam como el “Tarzán de la vida real” murió el pasado lunes, seis de septiembre, a los 52 años tras salir al “mundo civilizado”, pues padecía de cáncer de hígado.
El hombre, quien vivió junto a su padre asilado en la jungla durante cuatro décadas, sufrió las consecuencias de la “vida civilizada”. El amigo de Lang, Álvaro Cerezo, mencionó que el vietnamita comenzó a comer alimentos procesados y, a veces, bebía alcohol.
"Estoy muy triste de verlo irse, pero para mí su fallecimiento también es una liberación porque sé que estuvo sufriendo en los últimos meses", indicó Cerezo, según cita el diario británico Daily Mail.
Agregó: "Pero no me gustó verlo viviendo en la civilización. Siempre me preocupó que él y su cuerpo no pudieran manejar un cambio tan drástico".
IMPRESIONANTE HISTORIA
Ho Van Thanh, padre de Lang y soldado del ejército vietnamita, se refugió en la jungla en 1972, cuando huyeron de los bombardeos de Estados Unidos. Thanh tenía miedo de perder a su hijo, pues anteriormente habían fallecido su esposa y otros dos hijos.
Según menciona el Clarín, estas personas sobrevivieron en la selva durante 40 años, recolectando frutas y yuca del bosque y plantando maíz. Llevaban taparrabos hechos de corteza de árbol y vivían en una choza de madera construida a cinco metros del suelo.
Fue en 2013 cuando regresaron a la civilización, pues el padre de Lang estaba enfermo y decidieron salir para buscar ayuda en una aldea. Los pobladores se sorprendieron al ver el aspecto de estas personas, quienes creían que la guerra de Vietnam aún no terminaba.
Ho Van Thanh podía hablar un poco de la lengua minoritaria Cor, pero el hijo sabía solo pocas palabras.
SOLEDAD Y CÁNCER
El padre de Lang murió en el 2017 a los 86 años, desde allí la vida del “Tarzán de la vida real” empeoró porque se sentía solo. En noviembre del año pasado, Lang experimentó un dolor en el pecho y en el abdomen, resultó ser cáncer de hígado invasivo, que había llegado a una etapa incurable, según cita RT.