Millones de personas alrededor del mundo perdieron sus empleos al inicios del 2020 debido la crisis económica causada por la pandemia de la COVID-19. Entre el gran número de despedidos se encontraba Shannon Smith, de 24 años, cuyo antiguo empleo como camarera en Estados Unidos había llegado a su fin.
Confinada dentro de su hogar por las medidas de prevención ante la pandemia y ansiosa por la incertidumbre que no tener un trabajo le adicionaba a su vida, decidió emprender un negocio en línea, tal como sus amigas estaban haciendo, quienes vendían postres a distancia o daban clases de idiomas extranjeros.
Shannon vió la oportunidad perfecta para hacer realidad su sueño, que era dedicarse laboralmente a lo que en verdad la apasionaba, todo lo relacionado al estilo de vida fitness.
Vendía programas de acondicionamiento físico de 90 días, los cuales incluían comidas personalizadas, un plan de entrenamiento y sesiones semanales a través de Zoom. Ganaba entre 1.000 y 2.000 dólares, lo cual no era una cifra baja para lo que tenía previsto, pero se encontraba agotada todo el tiempo debido a que debía trabajar por más de 10 horas al día.
Decidida a reducir la cantidad de horas que se dedicaba al trabajo y a maximizar sus ingresos, Shannon comenzó a buscar alternativas en línea, que le permitan establecer un mejor modelo de negocio. Mientas investigaba en internet, se adentró en el mundo del marketing de afiliados.
Este tipo de marketing se basaba en vender productos virtuales en plataformas como Instagram, Facebook y Tik Tok, entre más redes sociales, con el fin de obtener comisiones.
“Al principio era escéptica, pero no tenía nada que perder. Tomé un curso en línea que me convenció de que el marketing de afiliados podría ser un modelo de negocio que valiera la pena, así que fui all-in”, relató a CNBC Make It.
Shannon comenzó a vender esta clase de productos por sus cuentas de Facebook e Instagram. Asimismo, aprovecho su dominio del tema, que era desconocido o difícil de entender para muchos, e hizo vídeos explicativos en Tik Tok que le generaron millones de vistas, y sumaron más de 90.000 seguidores a su cuenta en aquel plataforma.
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Shannon pudo hallar éxito dedicándose al marketing de afiliados desde su hogar, lo cual complementaba con los ingresos que sus vídeos explicativos le generaban. Ya no hacía entre 1.000 y 2.000 dólares al mes, sino entre 8.000 y 9.000. Asimismo, la cantidad de horas que trabajaba diariamente se había reducido a solo un par.
“Si me dijeras hace un año que podía hacer lo que amo, crear contenido útil directamente desde mi teléfono y trabajar solo dos horas al día, me habría reído”, confesó Shannon, quien pudo mudarse a Nueva York con dinero generado por su nuevo trabajo y vivir una vida mucho más placentera.
Como consejo final para todos quienes quieran emprender un camino similar al de ella, aclara que es muy importante informarse con expertos debido a que esta es la mejor orientación que se puede tener.