Uno de los grandes misterios de la humanidad es quiénes construyeron las imponentes pirámides de Egipto. Desde esclavos hasta Alienígenas, muchas teorías han visto la luz en los últimos tiempos, sin embargo, un grupo de científicos que estudiaban unos papiros encontrados en el 2013, dieron con la respuesta.
El descubrimiento destruyó la tradicional teoría de que fueron los obreros judíos esclavizados los que construyeron lo que ahora conforma una de las maravillas del mundo moderno. Asimismo, los científicos descartaron hipótesis más extravagantes la intervención de Alienígenas y habitantes de la ciudad perdida de Atlantis.
TEORÍAS
Contrario a la versión bíblica, los arqueólogos Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman indicaron en su libro ‘Biblia desenterrada: la nueva visión de la arqueología del antiguo Israel y el origen de sus textos sagrados’ que no existe evidencia de presencia judía en el territorio egipcio que se remonte a 4500 años, cuando fueron construidas las pirámides de Giza. Por esta razón los expertos descartan que los obreros judíos hayan sido los constructores de los últimos restos de la civilización egipcia.
“No tenemos ninguna pista, ni siquiera una sola palabra, sobre los primeros israelitas en Egipto. Ni en las inscripciones monumentales de las paredes de los templos, ni en las inscripciones de las tumbas, ni en los papiros”, escribieron Finkelstein y Silberman en su libro.
Las otras dos teorías fueron descartadas porque no se han encontrado pruebas arqueológicas de que alguna vez existió la ciudad perdida de la Atlántida y todavía no se han hallado formas de vida inteligentes fuera de nuestro planeta.
PIRÁMIDES Y MONUMENTOS FUNERARIOS
En el 2.700 AC, al inicio de la dinastía III, las tumbas reales empezaron a construirse en forma piramidal, organizadas en varios escalones, en lo que parecía una escalera al cielo, simbolizando el paso del mundo terrenal hacia el paraíso. La más famosa de esta corte fue la del faraón Zoser, construida por el erudito Imhotep.
Después, durante el reinado del monarca Seneferu, se decretó que las pirámides debían construirse de forma romboidal o acodada, de modo que las caras de la estructura fueran pendientes inclinadas hacia la cumbre. Finalmente llegaron las pirámides lisas, en el 2500 A.C., durante la dinastía IV. En esta corte las más famosas son las de Keops (entre 2.551 y 2.528 A.C.), Kefren (2.520 y 2.494 A.C.) y Micerino (2.490 y 2.472 A.C.), erigidas en la meseta de Giza.
De acuerdo con la profesora de la Universidad Nacional de La Plata y directora del Proyecto Amenmose, la arqueóloga Andrea Zingarelli, en una entrevista con La Nación, eventualmente se dejaron de construir pirámides y las tumbas de los faraones pasaron a ser excavadas en roca, como la de Tutankamón. A partir del 1.500 A.C. empezaron a esculpirse y pintarse las primeras tumbas del valle de los reyes, antigua ciudad de Tebas, hoy Luxor.
CONSTRUCTORES
Uno de los más célebres egiptólogos del mundo, Zahi Hawass, sostiene la teoría de que quienes construyeron las maravillosas pirámides “fueron obreros muy bien tratados”. El experto llegó a esa conclusión después de encontrar, junto a las pirámides, un grupo de tumbas con 12 esqueletos en perfecto estado.
“Los constructores de las pirámides no eran esclavos, si lo fuesen, no estarían enterrados al lado de los reyes y las reinas”, aseguró Hawass a la cadena BBC.
Zingarelli dijo que se estima que unos 15.000 trabajadores construyeron las pirámides de Giza, entre los que participaban en expediciones en busca de piedra caliza en la cantera y los que trasladaban y colocaban los bloques.
En 1970, el egiptólogo estadounidense Mark Lehner descubrió los restos de la ciudad en la que habrían vivido los obreros de las pirámides. También encontró una gran cantidad de huesos de pescado y vacas, en una proporción que, estima, pudo haber alimentado bien cientos de trabajadores durante casi un siglo.
Ahora, los papiros conocidos como el “Diario de Merer”, descubiertos en 2013, por los arqueólogos Pierre Tallet y Gregory Marouard en el puerto de Wadi al-Jarf, a orillas del Mar Rojo; ayudaron a resolver uno de los misterios más antiguos sobre la edificación de los gigantescos mausoleos egipcios. Los documentos revelaron que grandes grupos de trabajadores trasladaban toneladas de material hasta Giza para la construcción de las famosas pirámides.
El manuscrito de Merer narra cómo fue la vida de un puñado de obreros durante la construcción de las pirámides de Giza en la última etapa de la dinastía IV, así como el pago que recibían y su alimentación, además de dónde provenían los materiales.
LOS PAPIROS DE MERER
200 hombres, dirigidos por el capataz Merer transportaba la piedra caliza en barco por el río Nilo desde la cantera de Tura hasta Giza, en un viaje que duraba un día o dos. Zingarelli dijo que se transportaban 30 bloques, de entre dos y tres toneladas cada uno y debían llegar a la meta de 200 bloques por mes.
Los papiros indican que los trabajadores recibían una dieta que incluía dátiles, verduras, aves y carne, saludable en esa época. Además, cada cierto tiempo recibían una determinada cantidad de tejidos que era considerada como una especie de dinero en aquella época.
En los restos de la ciudad descubiertos por Lehner en los 70, también se halló evidencia de que algunos habitantes horneaban grandes cantidades de pan, sacrificaban miles de animales y elaboraban abundantes litros de cerveza. Teniendo en cuenta los huesos de vaca y pescado, y las necesidades nutricionales de los obreros, el equipo de investigadores estimó que se sacrificaron varios animales por día para obtener alrededor de 1800 kilos de carne para alimentar a los trabajadores de las pirámides.
También se encontró que el grupo de esqueletos en la ciudad cercana a la pirámide tenía los huesos curados, lo que sugiere una buena atención médica.
“Los restos humanos de los trabajadores, encontrados en el cementerio al norte de la ciudad, dan cuenta de enfermedades asociadas a grandes esfuerzos físicos como artritis degenerativa en las rodillas y en la zona lumbar. Además, se han encontrado costillas y huesos rotos con signos de haber sido reparados”, dijo Zingarelli.