En redes sociales circulan numerosas teorías conspirativas sobre la pandemia del COVID-19, unas más inverosímiles que otras, pero a veces pueden llegar demasiado lejos.
Es lo que ocurrió con Isaac Danian, un joven de 20 años, quien desapareció en el océano Pacífico luego de escuchar advertencias de un supuesto profeta.
La historia se remonta al 2020, cuando el Gobierno de Estados Unidos y el mundo en general impusieron restricciones por la expansión del coronavirus. Para Isaac fue un duro golpe, se volvió paranoico, según comentaron sus padres al medio CNN.
A principios de septiembre de aquel año, decidió irse de su casa en Grand Rapids, Michigan, dejando una nota para sus hermanos, en la que les advierte: "No se vacunen" o "no entrarán al cielo".
Desde entonces, no se tienen noticias suyas. Previamente, el joven había dicho que se iría de la casa y cuando sus padres le preguntaban a dónde, él contestaba: “Ojalá pudiera decírtelos”.
Abigail y John, progenitores de Isaac, narraron que al llegar de sus trabajos encontraron la carta de su hijo. Un mes después, en octubre, hablaron con él por teléfono e incluso mandó una foto, en la que se lo ve con otro hombre y un pescado en las manos.
El joven comentó que estaba a punto de emprender un viaje de 30 días en los que estaría incomunicado. Pasó el tiempo y los padres empezaron a preocuparse, pusieron la denuncia y las investigaciones arrojaron datos preocupantes.
Resulta que Isaac seguía a un maestro espiritual llamado Matthew Mellow, quien publicaba en YouTube teorías conspirativas sobre la vacuna contra el COVID-19.
CNN explica que en uno de los videos, Mellow decía que estaba reclutando “hombres de cuerpo sano” para viajar desde Hawai hasta el Pacífico Sur con la intención de llegar a un lugar donde el virus no haya penetrado y así salvarse del ‘fin del mundo’. Isaac lo contactó y ahí empezaron las desavenencias.
El supuesto profeta había preparado todo: consiguió un par de barcos y capitanes. A la travesía se unió una persona identificada como Shukree Abdul-Rashid, quien iría en la misma embarcación que Isaac. Mientras el gurú se fue en otro barco distinto.
El capitán Mike Schmidt llevó a los jóvenes hacia Nueva Zelanda, donde no les dejaron entrar por las restricciones. Lo mismo ocurrió en Samoa Americana, así que decidieron arribar a territorio francés, a las Islas Wallis.
Las autoridades del remoto territorio les solicitaron que se hicieran pruebas de covid-19, pero en una medida precipitada saltaron del barco. “Tenían miedo”, contó el capital, quien avisó rápidamente a los oficiales. Nunca los encontraron.
Schmidt contó que el plan de Isaac era "caer en el olvido con Abdul-Rashed y Matt Mellow y sobrevivir al fin del mundo. Los tres... sin ningún vínculo con Estados Unidos".
Han pasado dos años desde la desaparición y aún no se sabe su paradero.