Los niños, de 10 y 11 años, habían prendido su auto a escondidas después de que ella les quitara sus celulares, detalló el Diario NY. El recorrido que emprendieron no fue corto, al contrario, se aventuraron hacia una carretera y se alejaron más de 300 kilómetros de su casa, ubicada en North Port.
Horas después del inicio de la búsqueda, agentes de Policía detuvieron un sedán blanco reportado como robado en la Interestatal 75, durante la madrugada de este jueves, en la ciudad de Alachua, al otro extremo de Florida. Los hermanos estaban dentro y uno lo conducía.
El hecho de que el automóvil era manejado por un niño instó a los elementos de la fuerza pública a detener el vehículo en una arriesgada maniobra que no dejó heridos.
“Se supo que ambos niños estaban molestos con su madre porque les quitó sus dispositivos electrónicos, lo que se cree que fue porque no los estaban usando apropiadamente”, se lee en la publicación de la Oficina del sheriff de Alachua.
Después de hablar con los niños, que no fueron sancionados por la Justicia, los agentes determinaron que nadie en su casa los maltrató. Su madre, que condujo tres horas para recoger a los niños, no quiso presentar cargos penales, reportó el medio CNN.