El 11 de mayo de 2011 fue el último día que Jim Pitzen vio a su hijo, antes de que una serie de extraños sucesos cambiaran su vida para siempre: su esposa desapareció misteriosamente con su hijo y apareció muerta seis días después. Del pequeño Timmothy poco se supo, solo que su madre dejó una carta que rezaba “Mi niño está a salvo, pero nunca lo van a encontrar”.
Durante años el caso tuvo en vilo a Estados Unidos, hasta que tiempo después apareció un joven diciendo ser Timmy.
LA DESAPARICIÓN.
Aquel día de mayo, Jim dejó Timmothy en la escuela muy temprano, como era costumbre. “Te amo, papá” fueron las palabras que le dijo el menor antes de partir hacia su salón. El mayor se quedó un momento asegurándose de que su hijo entre a la escuela y luego se fue.
Entre las 8:10 y las 8:15, la madre de Timmy, Amy Fry Pitzen, apareció en la escuela y demandó llevárselo debido a una emergencia familiar. Las cámaras de seguridad de la institución grabaron el momento en el que el niño corre hacia su progenitora y le agarra la mano para irse. Cruzan el lobby y se marchan.
En su camioneta Amy manejó casi 50 kilómetros hasta un taller mecánico donde dejó su vehículo para una revisión rutinaria. Se le ocurrió que, para pasar el tiempo, podría ir con Timmy al zoológico, por lo que le preguntó a un empleado si los podía llevar al zoológico de Brookfield e indicaron que ellos después regresarían por sus medios a retirar la camioneta.
Así, Amy y Timmy pasearon por varias horas y recogieron el auto a las 15:00. A esa misma hora Jim fue a recoger a su hijo a la escuela y se sorprendió al encontrar que su esposa había retirado al niño temprano. Él había desayunado con Amy y nunca había mencionado anda de una emergencia familiar. Procedió a llamarla varias veces, pero como no le contestaba, dejó varios mensajes de voz.
Sin saber qué hacer, volvió a casa. El hombre intuía que algo estaba sucediendo porque previamente Amy había pasado por un cuadro de depresión y en su matrimonio enfrentaban algunas dificultades. Jim llamó a todos los familiares de su esposa, pero nadie sabía nada y tanto ellos, como sus propios parientes, alegaban que ya regresarían.
EL CAMINO DE AMY
Tras recoger la camioneta, la mujer condujo hacia la localidad de a Gurnee, a unos 72 kilómetros de donde estaban. Madre e hijo se registraron en un hotel con parque acuático llamado Keylime Cove (hoy su nombre es Great Wolf Lodge) y pasaron la noche ahí. El jueves 12 se marcharon rumbo a Wisconsin Dells, en el estado de Wisconsin.
Como era un viaje largo, (272 kilómetros), en el camino se detuvieron a comprar ropa y juguetes para Timmy. Los registros recogidos por el portal Infobae señalan que en la interestatal 64 pararon a cargar el auto con gasolina y tomaron unos refrescos. En Wisconsin, ingresaron en el Kalahari Resort, otro hotel con parque acuático, cine y pistas de bowling.
Mientras tanto, en casa Jim decidió no esperar más y llamar a la policía para denunciar la desaparición de su hijo y su conyugue. Si bien Timmothy fue incluido en la base nacional de niños desaparecidos, no se activó la alerta Amber porque estaba con su madre y quizá no corría peligro realmente.
El viernes 13 de mayo, la rutina de Amy y su hijo fue la misma: se levantaron, desayunaron y se marcharon. La mujer tomó la ruta hacia el sur por la interestatal 39 y luego hacia la ciudad de Sterling. Entre las 12:00 y 13:30 de ese día Amy devolvió las llamadas a sus parientes y a su cuñado, pero no a Jim. Según el hermano del padre de Timmothy, Amy le había dicho “Timmothy me pertenece”. Después Amy habló con su madre, Alana Anderson y le aseguró que estaba bien y que solo necesitaba un día o dos tranquila con su hijo.
Los registros de la llamada la ubicaban al noroeste de Sterling, cerca de la ruta 40. Mientras hablaba con su hija, Anderson escuchó a su nieto decir que tenía hambre y esa fue la última vez que lo supo algo de él. La mujer mayor y el tío de Timmy llamaron a Jim para tranquilizarlo y decirle que tanto su esposa como su hijo, se encontraban bien.
Sin embargo, a partir de ahí el camino se torna extraño.
ANTECEDENTES DE DEPRESIÓN
Amy empezó a conducir por caminos secundarios alejados de la carretera donde no hay cámaras instaladas y por ende, no habrá más imágenes de ella y su hijo. A las 19:25 de ese mismo día, las cámaras de una tienda en el pueblo de Winnebago, grabaron a Amy sola. La mujer compró una lapicera y papel carta. Después, a las 20:00 se la vio en Sullivan ‘s Food, sin su hijo. Finalmente, a las 23:15 se registró en el Hotel Rockford Inn, en la ciudad de Rockford. Timmothy no estaba con ella.
El mediodía del sábado 14 la mucama del hotel gritó. Había encontrado que Amy se suicidó cortándose las muñecas. Los análisis forenses también confirmaron que había en su cuerpo altas dosis de antihistamínicos, medicamentos que sirven para bloquear las alergias.
La policía identificó en la habitación el arma con el que murió Amy, el ID de Timmy y una carta claramente dirigida a Jim: Aseguraba que su hijo estaba “con gente que lo ama y se preocupará por él ... nunca lo encontrarás”.
Las autoridades descubrieron que Amy había sufrido severas crisis de depresión en el pasado. A una pareja anterior le había amenazado con matarse si la dejaba e incluso había parado el auto sobre las vías de un tren para dejar que el ferrocarril la atropellara. Fue llevada a un hospital psiquiátrico donde pasó internada una semana y volvió a casa con antidepresivos. Se separó de esa persona poco después.
Cuando conoció a Jim, en una fiesta, de repente salió y fue a sentarse al borde de un acantilado. Estaba medicada, según el hombre, pero creen que “se desmayó y cayó...”. Afortunadamente no sufrió consecuencias graves y al año siguiente quedó embarazada. Jim había superado un Linfoma de Hodgkin y estaba muy entusiasmado de ser padre.
El hombre mencionó que Amy disfrutaba mucho siendo madre, pero surgieron problemas en su relación marital después de que la mujer se fuera a festejar su cumpleaños en un crucero sin él. Cuando le reclamó ella mencionó la posibilidad de separarse, pero después nunca volvió a tocar el tema. Los investigadores creen que ella tenía miedo de que, por sus problemas de salud mental, los jueces le otorguen la custodia a Jim.
TEORÍAS
Ni Jim, ni la familia, creía la posibilidad de que Amy haya asesinado al menor. Le quería demasiado. En las investigaciones los peritos encontraron rastros de abundante sangre de Timmy en el auto. La misma familia desactivó las alarmas policiales alegando que el niño había tenido una hemorragia nasal hace poco tiempo.
Se inició una búsqueda masiva con investigadores de Illinois, Wisconsin e Iowa mientras Jim hablaba con los medios y suplicaba la aparición de su hijo. Los días y semanas pasaban con más probabilidades de que Timmothy nunca sea visto de nuevo.
Revisando los registros de peajes, se descubrió que Amy había hecho dos viajes a la zona de Sterling en los meses previos: el 18 de febrero y el 20 de marzo, en un lapso aproximado de entre cuatro y cinco horas cada viaje. La familia no lo sabía y todo se tornaba como un acto premeditado.
En 2013 una mujer le dio a la policía el celular de Amy, que había encontrado dos años antes en el camino. La mujer nunca lo había utilizado hasta ese momento, cuando lo encendió porque su hermano necesitaba hacer una llamada y se sorprendió al ver, entre los contactos, los nombres de la gente mencionada en los noticieros. No obstante, no aportó ninguna pista.
¿TIMMOTHY?
En el 2019 el caso volvió a ser mencionado después de que unas personas en Newport, Kentucky, denunciaran que un adolescente sucio y desaliñado vagaba por las calles. El joven le dijo a la policía que se llamaba Timmothy Pitzen y que tenía 14 años. Contó que había escapado de unos hombres que lo tenían prisionero en Cincinnati desde hace varios años. La policía dudó de su historia y mandó a realizar unas pruebas de ADN.
La noticia estalló: No tenía 14, sino 23 y realmente se trataba de Michael Brian Rini, un delincuente convicto de Ohio, quien había salido de prisión hace un mes. El caso volvió a estancarse.
Jim sigue creyendo que Timmothy está vivo, pero los detectives tienen cada vez menos esperanzas. El Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados hace, cada tanto, nuevas progresiones de su imagen que reflejan cómo podría verse el adolescente hoy.
Alana, la madre de Amy, ha admitido que trata de perdonar a su hija por lo que se hizo a sí misma, pero que tiene problemas para perdonarla por que le hizo a su hijo. Por su parte, Jim se mudó de Aurora a su ciudad de origen, Clinton, en Iowa. Implora a la gente que no se olvide de él.
“Está por ahí, en algún lugar. No teman decirnos si lo han visto. Puede estar sentado justo al lado tuyo y vos no saberlo (...) Sé que es una cuestión de tiempo que nos volvamos a encontrar”.
Ya son 10 años desde la desaparición del menor. Timmothy Pitzen tendría 16 años y estaría en la secundaria. Jim reveló que constantemente se pregunta qué le diría Amy a su hijo.
“¿Por qué él no trató de llamarme? Nosotros le habíamos enseñado cómo llamar a emergencias al 911... Le habíamos dicho: ‘Este es el teléfono de tu madre, este es tu teléfono, esta es tu dirección...'. Lo típico que hacemos los padres (...) Él no está con su madre, no está con su padre. ¿Con quiénes está?”, preguntó.